La figura de Marcelo Gallardo tuvo todo un paso previo a sentarse en el banco de suplentes de Nacional de Uruguay, donde arrancó su carrera de director técnico. El Muñeco se formó y obtuvo su título, un detalle que poca gente sabe o se acuerda sobre monstruo que es el DT del Más Grande.

En la Escuela de Técnicos N° 92 José Farías de Vicente López, Gallardo era uno más sentado en los pupitres intentando recolectar todo el conocimiento posible y con sueños de levantar trofeos como el estratega de un equipo. Además, en esa misma institución en el norte del Gran Buenos Aires,también había egresado un talRamón Díaz.Marcelo consiguió su licencia como entrenador y junto al conocimiento que le transmitieron muchosde sus entrenadores es la figura que hoy representa a River en el día a día.

El Muñeco junto a Biscay cuando se recibieron en el año 2010. (Fuente: Diario Olé).

Gallardo ya tenía claro cómo quería que fueran sus equipos. La parte táctica, después de una carrera tan larga y de tanto prestigio, estaba en su cabeza.Lo que más le interesaba de la cursada, de hecho,eran las materias relacionadas a la psicología deportiva. Ése era el agregado que quería darle a su cuerpo técnico el día de mañana:entender cómo manejar los grupos, qué pasa por la mente de los jugadores, comprobar la importancia de la neurociencia.

“En las prácticas pedagógicas ya veías que era un tipo muy cerebral. Y en clase Marcelo era un chico callado, muy concentrado, respetuoso, muy cumplidor. No presumía de todo lo que sabía sino que contestaba las preguntas cuando iban directamente a él y aportaba al debate, se interesaba.Y era brillante, claro, ya venía con una formación europea”, revelóLuis Lescurieux, director de la escuela en la que estudió Gallardo, en charla con Olé.

Para cerrar, una de sus profesoras explicó cómo se dieron cuenta que el Muñeco las condiciones para triunfar.“Desde un principio entendió que para ser un buen profesional como entrenador no alcanzaba con la táctica, la técnica y la estrategia.Yo daba materias que muchos futbolistas o alumnos suelen pensar que son satélites, que rodean lo importante, y Marcelotuvo claro que ésas eran las asignaturas que marcaban la diferencia”, concluyó María José Suárez, maestra de laEscuela de Técnicos N° 92.