Un final para el infarto y que quedará en la historia del fútbol argentino. Boca y Racing llegaban con chances de salir campeones a la última fecha y enfrentaban a Independiente y River, respectivamente. Los clásicos rivales cruzados y con diferentes responsabilidades. Se especuló mucho, se dijeron muchas cosas a lo largo de la semana y en la cancha quedó todo claro: River fue para adelante, le hizo honor a su lema de vivir y jugar con grandeza y le ganó a la Academia después de un flojo primer tiempo.
Los goles los hizo Miguel Borja, pero por lejos la figura del equipo fue Franco Armani, que tuvo un montón de intervenciones clave. En la primera parte le tapó un cabezazo a Copetti y después en el segundo se hizo aún más gigante: desvió un remate complicado de Carbonero que pegó en el palo, sacó otro remate al ángulo tras un córner y la frutilla del postre fue el penal (insólito, por cierto) que Echavarría cobró sobre el final del partido.
El Pulpo no había podido con el primero (Rojas la colgó de un ángulo) pero se tomó revancha en la segunda ejecución de la cual se hizo cargo el defensor Jonathan Galván. Pateó débil a la derecha del arquero y el oriundo de Casilda lo desvió sin problemas. Es el séptimo penal que Armani ataja con el buzo de River de 40 que le patearon en el tiempo regular. El último había sido hace algunas fechas contra Patronato en Paraná, con una estirada espectacular ante el disparo de Justo Giani.
El record que rompió Armani
Con el encuentro de esta tarde, el Pulpo se convirtió en el tercer arquero con más presencias en toda la historia de River Plate. Llegó a 209, superando las 208 presencias de Ángel David Comizzo, y solo quedó por debajo de Ubaldo Fillol (405) y Amadeo Carrizo (551). Colosal.