Carrizo, entre los mayores íconos de la historia de River, festeja un nuevo aniversario de su nacimiento. El repaso por la carrera de un auténtico gigante.
Dueño eterno del arco más grande del mundo, como lo bautizó alguna vez, el enorme Amadeo Carrizo está celebrando hoy sus 89 años. Nacido el 12 de junio de 1926 en Rufino, provincia de Santa Fe, el actual Presidente Honorario de la institución de Núñez llegó al Millonario durante su adolescencia -en 1943- para iniciar un camino tan exitoso como reconocido durante varias décadas.
Durante 23 años, tan sólo dos de ellos sin ser parte habitual entre los once, fue el arquero titular de River. En total, disputó 545 partidos oficiales -24 de ellos a nivel internacional-, atajó 18 penales, dio siete vueltas olímpicas en el ámbito local (1945, 1947, 1952, 1953, 1955, 1956 y 1957) y ostenta el récord de mayor tiempo sin conceder tantos en el club de Núñez: 769 minutos.
Un revolucionario del puesto, debido a que utilizaba los pies, gambeataba a los delanteros rivales, descolgaba centros con una mano e incluso fue el primero en utilizar guantes en la Argentina, desde 1957, Amadeo dejó una huella para siempre. De condiciones técnicas increíbles, tuvo su estreno formal el 6 de mayo de 1945, cuando La Banda sen impuso 2-1 sobre Independiente, en Avellaneda.
Segundo en la lista de presencias defendiendo el manto sagrado, tan sólo superado por Reinaldo “Mostaza” Merlo, Carrizo consiguió ganarse un lugar con José María Minella como técnico y se marchó recién con 42 años, en diciembre de 1968, cuando el presidente Julián Kent decidió no renovarle el vínculo. Sin embargo, el Monumental ya era su casa para la eternidad. ¡Feliz cumpleaños, ídolo!