Bruno Zuculini le puso fin a su ciclo en River en enero de 2024. Uno de esos futbolistas que pese a no ser figura ni titular indiscutido, supo meterse en el corazón de los hinchas. A casi dos años de su partida del club, el volante dio revelaciones inéditas sobre su estadía en el Más Grande.

En diálogo con el programa de streaming Corazón hecho pelota, Zucu comenzó relatando cuáles fueron sus sensaciones al llegar al club en 2018. “Cuando llego me encuentro con un River increíble. Tuve que cambiar mi mentalidad y forma de vida porque sino me iba a los seis meses”, reveló. Y agregó: “No me alcanzaba ni loco, no se si también me alcanzó Yo sentía que podía estar”.

En ese sentido, el futbolista surgido en Racing aseguró: “Me hicieron mejor en todo, mejor persona, mejor jugador, mejor en todo sentido”. A su vez, Zucu recordó sus primeros entrenamientos: “Me acuerdo el primer rondo, me tocó con el Pity (Martínez). Me volvió loco, me tiró dos caños. Ahí me di cuenta que no me alcanzaba”.

“Ese primer día, esos primeros 10 minutos me di cuenta que estos chicos hacen otro deporte”, añadió. Y para cerrar, reiteró: “A mí esos chicos, ese cuerpo técnico, ese club, me mejoró en todo sentido. Era un examen todos los días”. Zuculini jugó 122 partidos en River y convirtió 9 goles.

La revelación de Zuculini sobre la final de Madrid con Boca

“Estábamos en el vestuario y había varias teles. Cuando vos jugás Copa Libertadores, pasa gente de Conmebol a chequear camisetas, DNI… Pasaba la gente de Conmebol y nosotros vemos en la tele que los chicos de Boca, me acuerdo de Pablo Pérez, habían tenido ese problema y nosotros decimos: ‘Si los chicos de Boca están así no salimos, no se va a jugar”, contó el actual mediocampista de Racing.

“Eso decíamos en el grupo, no estaban en condiciones, los referentes decían que no estamos en igualdad de condiciones. Algunos tenían relación entre ellos y hablaron, y le dijeron que hasta que no den el ok no íbamos a salir”, agregó el nacido en Escobar.

En la misma línea, el ex Manchester City detalló que cuando “había que salir a hacer la entrada en calor dijimos: ‘No salimos, el partido no se va a jugar'”. “Quedamos concentrados esa noche y después pasó casi un mes”, siguió.

Así, el partido de vuelta se terminó jugando el 9 de diciembre en el estadio Santiago Bernabeu. Madrid fue la noche más linda de mi vida, lo que recuerdo es que no importaba dónde, ese grupo sabía que iba a ganar, no me preguntes por qué pero lo sentí. Cuando llegué también, la exigencia de entrenar el lunes como vas a jugar el domingo y así toda la semana, era una competencia interna diaria”, completó.