Desahogo total. Alegría y euforia. River venció a Boca en La Bombonera en el primer Superclásico tras la vuelta de Marcelo Gallardo al Más Grande y cuando Nicolás Ramírez marcó el final del partido el Muñeco explotó con un desaforado festejo.
La primera explosión de Gallardo fue con el gol de Manuel Lanzini. Grito, puño apretado y directamente a abrazarse con Matías Biscay. Y después de un sufrido final, entre pelotazos y centros de Boca, y un gol anulado al Xeneize, VAR mediante, por mano de Milton Giménez, el silbatazo final desató la locura.