Marcelo Escudero nació para ser campeón… pero en River. El Pichi, entrenador de la Reserva del Millonario que anoche se consagró tras 10 años de sequía, tiene 10 títulos oficiales en su carrera de los cuales solo uno no fue con la camiseta Millonaria. Los demás, todos con la Banda, entre ellos la inolvidable Copa Libertadores 1996.
Marcelo Alejandro Escudero (25 de julio de 1972) es de Punta Alta y es parte de una familia más que particular. Es uno de los 13 hermanos Escudero, hijos de Herminia y José Cayetano. De esos 13, nueve son varones: “Armar equipos de fútbol con mis hermanos era muy fácil”, contó el Pichi que, además, puso por encima de todos a su padre: “Mi viejo era un crack. Imaginate lo que tuvo que trabajar con 13 hijos, pero él siempre se levantaba mucho más temprano para ir a entrenar y después irse al laburo, porque a él lo que más le gustaba era el fútbol y tuvo el sueño de jugar en Primera que yo pude cumplir por mí, pero también por él”.
De la tristeza del retiro a la pasión de dirigir
“En el 2000 mi carrera de futbolista iba llegando a su fin. Ahí me lastimé la rodilla y cuando volví no fui el mismo. No me sentía bien y yo siempre fui muy competitivo, entonces empecé a pensar que me tenía que retirar, pero yo ya sabía que quería dirigir. En mi última etapa como jugador, en Olimpo, jugaba y hacía el curso de DT. Primero no sabía si estaba preparado, empecé con un amigo mío, como ayudante de campo en Olimpo, en el Nacional B, y la profesión me fue atrapando cada vez más”.
Mi familia es mi equipo de fútbol…
“Yo empecé a jugar al fútbol a los 8 o 9 años. Soy de Punta Alta, cerca de Bahía Blanca, y a los 15 o 16 me fui a Rosario, a mil kilómetros de mi casa, a vivir a una pensión. Yo tengo una familia numerosa, tengo 12 hermanos más, y al principio fue difícil cuando llegué a Rosario porque volvía a mi casa cada seis meses y recién ahí mi familia sabía de mí porque no había formas casi de ponerse en contacto. Hoy soy una persona feliz porque he cumplido mi sueño y el de mi viejo, que siempre soñó con jugar en Primera División”.
“Con mis hermanos era muy fácil armar un equipo de fútbol, nos pasábamos el tiempo jugando a la pelota. Yo de chico ya me imaginaba jugador de fútbol, tenía muy claro lo que quería y me cuidé mucho. Mi hermano Sergio jugó en un montón de equipos de Primera, y los demás han jugado en el Nacional B y yo en River y en la Selección, entre otros. Somos una familia futbolera. Yo a los 15 ya jugaba en la primera de Sporting de Puta Alta y eso ya no era una vida normal de un chico de esa edad porque ya me tenía que cuidar para jugar los domingos. Tenía una vida de profesional, pero con 14 o 15 años. ¿El mejor de los hermanos? Diego, porque era el que tenía más calidad. Jugó en Villa Mitre, en el Nacional B y en Huracán de Tres Arroyos cuando estaba en Primera, pero éramos todos aguerridos y con mucho corazón”.
Cuando Marcelo Bielsa lo fue a buscar
“Un conocido mío tenía relación con Jorge Griffa y así se hizo el contacto. Cuando Bielsa me fue a buscar a mi casa, entró y había un montón de gente. Llegó y dijo ‘pero che, este es el ídolo del barrio’ y el dirigente con el que había ido le dice ‘no, estos son todos hermanos de él’, siempre cuento esa anécdota. A los seis meses, Marcelo agarró la Primera de Newell’s y a mí me hizo debutar poco después, en el 91. En ese momento revolucionó el fútbol porque los equipos suyos jugaban muy bien”.
De Newell’s a River y a la gloria de América
“En el 93 tuve un buen torneo en Newell’s y en el 94 Passarella me convocó a la Selección. Ahí conocí al Burro Ortega, a Leo Astrada, a Gallardo, a Sorín y un montón de chicos que después los tuve de compañeros en River. Ya el Tolo Gallego en el 95 cuando estuvo como técnico de River me quiso llevar pero Newell’s pidió mucha plata, también Bielsa después me quiso llevar al América de México y también pidieron mucha plata, pero ya en el 96 con Ramón como técnico se dio la posibilidad, Newell’s bajó las pretensiones y por suerte pude llegar a River para jugar la Copa Libertadores”.
“Cuando yo llego a River había un lío bárbaro porque el plantel no venía bien, era la primera experiencia de Ramón, los primeros seis meses fueron duros, el torneo no arrancó bien y empezó la Copa Libertadores. Entonces Ramón hizo una reunión en el vestuario y estaban todas las figuras de River: Francescoli, Hernán Díaz, Burgos, Ortega, estaba Gallardo, el Pelado Almeyda, Crespo, Sodero, Altamirano, todos esos que le dieron mucho al club y había un lío bárbaro porque no se conseguían resultados y estaba complicado para que Ramón siguiera, entonces ahí tomamos un compromiso en el vestuario, se empezaron a dar resultados y bueno, era un equipo de mucha personalidad ese, no éramos fáciles, ahora el jugador es más dócil y más compañero, pero ese vestuario era bravo, todos queríamos jugar, solo jugaban 11, pero era un plantel de 20 más o menos parejo y todos queríamos jugar”.
No creo en la suerte…
“Yo no creo en la suerte, sino en el trabajo. Las cosas se consiguen así, por convencimiento y dedicación, lo veo con Gallardo, por ejemplo“.
El Burrito Ortega: mi compañero, mi ídolo
“Yo no jugué con Messi, que parece espectacular, pero sí jugué con Maradona y después de él el Burro Ortega fue el jugador más desequilibrante que vi. Cuando jugábamos yo solo se la quería dar a él porque nadie se la sacaba, era impresionante, un fenómeno. Y jugaba así hasta en los picados, eh. Siempre jugó igual, en un picado o en la final del mundo. A Ariel lo conozco desde los 17 años y me sigue pareciendo una cosa impresionante”.
Volver a River; volver a ser campeón
“Llegué en 2020 al club, me llamó Marcelo a principio de año para sumarme al proyecto River. Lo tomo con mucha responsabilidad porque estoy trabajando con juveniles que no solo uno tiene que marcarle la línea futbolística sino enseñarle otras cosas y llevarle por el camino que corresponde, que no es solo deportivo, sino la educación y otros puntos importantes, como ser una buena persona. En mi caso tengo doble responsabilidad porque me llamó Marcelo, por quien tengo mucho respeto porque lo considero un amigo, pero también un profesional como no hay otros. Me está pasando lo mismo que me pasó cuando me tocó jugar al fútbol: uno vive de lo que le gusta, me apasiona dirigir y tengo la posibilidad de trabajar con gente con la que he compartido muchas cosas. Estoy feliz por estar en el club nuevamente”.
“Empecé con la 2002, una categoría que está a un paso de cumplir su sueño, esto del fútbol no es fácil, hay que dedicarle mucho tiempo y los chicos hoy tienen muchas tentaciones, pero acá son muy profesionales y tienen muy claro lo que quieren. Uno trata de volcar su experiencia y darles todas las herramientas para que cuando les toque ir para arriba lleguen formados”.
El histórico título como DT de la Reserva de River
“Se hizo un trabajo bárbaro, yo recibo a jugadores que están muy bien preparados, me pone contento por ellos porque han tenido un año importante en el que han trabajado mucho, donde está ese sentido de pertenencia que tienen los chicos de River y para uno es un orgullo. Cuando arranqué en el club me lo tomé con mucha responsabilidad porque me llamaron Marcelo, Hernán Díaz y Enzo para hacerme parte del club y eso me pone contento. Estoy feliz por los chicos, que creo que están haciendo un buen trabajo. Es muy difícil jugar en River, pero hay muchos que van a poder llegar”.
Todos los títulos de Marcelo Escudero con River: como hincha, como jugador y como DT
- Apertura 1996 (como jugador)
- Copa Libertadores 1996 (como jugador)
- Clausura 1997 (como jugador)
- Supercopa Sudamericana 1997 (como jugador)
- Apertura 1997 (como jugador)
- Apertura 1999 (como jugador)
- Clausura 2000 (como jugador)
- Clausura 2002 (como jugador)
- Torneo de Reserva 2024 (como entrenador).