Lejos del nivel que había mostrado en la pretemporada, Manuel Lanzini no tuvo un buen arranque en este 2025. Con muchas imprecisiones y errores puntuales que coincidieron con el flojo comienzo del equipo, el 10 se transformó en uno de los jugadores más cuestionados por el hincha.

Pese a los silbidos que recibe cada vez que se anuncia la formación o los suplentes en el Estadio Monumental, Marcelo Gallardo comenzó a darle más minutos en los últimos partidos. Y lo cierto es que Lanzini respondió, demostrando que todavía tiene con qué revertir su situación.

Lanzini ingresó muy bien ante Independiente del Valle.

Desde el cruce ante Independiente del Valle en Ecuador, el 10 mostró otra actitud. Gallardo lo ubicó en una función más ofensiva, sin tantas obligaciones defensivas, y el cambio le sentó bien. De a poco, Manu intenta inclinar la balanza a su favor.

Los últimos ingresos de Lanzini

En Quito, por Copa Libertadores, su ingreso cambió el partido. Parado como extremo, generó el primer gol de River con un remate que el arquero no logró contener. Además, tuvo otro disparo peligroso, completó siete de nueve pases (dos de ellos claves) y ganó todos los mano a mano que disputó.

Motivado por esa actuación, Gallardo volvió a darle rodaje en el Superclásico, donde tampoco desentonó. Si bien tuvo un rol más defensivo por la exigencia del partido, Lanzini se mostró comprometido: ganó dos de los tres duelos que tuvo y aportó equilibrio que cautivó a un Gallardo que no dudó en elogiarlo.

Gallardo todavía banca a Lanzini.

Contra Vélez también sumó minutos y dejó una buena imagen. En apenas 20 minutos en cancha, generó el penal que terminó en gol de Borja (con una jugada en la que engañó a Merlos), ganó dos duelos individuales y apenas falló tres pases. Jugando como mediapunta, más cerca del área, volvió a hacer pesar su calidad.

¿Lanzini se queda en River?

A partir de este crecimiento, el futuro de Lanzini empieza a reescribirse. Hasta hace pocas semanas, todo apuntaba a una salida inminente después del Mundial de Clubes. Sin embargo, su presente podría cambiar esa historia.

Si Gallardo sigue apostando por él y el 10 mantiene este nivel, no sería descabellado pensar en una continuidad hasta diciembre de 2025, cuando vence su contrato. La pelota ahora la tiene él: convertir los silbidos en aplausos depende de su rendimiento.

Lanzini debe definir que pasa con su carrera.