Carlos Diogo llegó a River en una época especial. Era enero de 2005 cuando el club anunció el fichaje de un lateral derecho uruguayo completamente desconocido, pero que en apenas dos partidos logró lo que ni siquiera Enzo Francescoli se ganó en tan poco tiempo: el “¡U-ru-gua-yo! ¡U-ru-gua-yo!”. Fue un flechazo lo de los hinchas con el jugador que hoy, a sus 41, es DT pero con una trayectoria muy particular.

Diogo llegó a River en enero de 2005 por la imperiosa necesidad del entonces DT, Leonardo Astrada, de solucionar un problema que el equipo tenía en el lateral derecho desde hacía mucho tiempo en un puesto por el que habían pasado Ariel Garcé, Juan Fernández, Danilo Gerlo y Javier Gandolfi, y hasta donde habían improvisado como tales Cristian Nasuti, Eduardo Tuzzio y Cristian Tula.

¿Cómo llegó Carlos Diogo a River?

Fue nada menos que Enzo Francescoli quien le recomendó a Astrada al jugador Carlos Andrés Diogo Enseñat, nacido en Montevideo el 18 de julio de 1983, y el ídolo no falló.

“Es un orgullo que él me haya recomendado. Todos sabemos lo que significó Enzo para la historia de este club”, dijo en su momento en una entrevista con el diario Olé.

Debutó en el Millonario el 13 de febrero de 2005. Fue una visita a Colón de Santa Fe, un partidazo que finalizó con triunfo por 3 a 2. Usó el dorsal N°21 y en el siguiente partido, jugado en el Monumental, se llevó su primera ovación tras un 1-0 a Banfield en el que fue figura y promedió una calificación de 8 puntos.

Jugó apenas 21 partidos en River y marcó un gol, solo un gol que en realidad fue un golazo, ante Huracán de Tres Arroyos por la última fecha del Clausura 2005, el único torneo local que disputó con La Banda. Fue, además, pieza clave de la Copa Libertadores 2005 en la que el equipo llegó a semifinales, instancia en la que fue derrotado por el Sao Paulo, a la postre el campeón.

El golazo de Carlos Diego a Huracán de Tres Arroyos, su único tanto en River

Fue tal lo que Carlos Diogo se destacó en River que hasta su papá, Víctor Hugo Diogo, un legendario ex jugador de Peñarol, quedó impactado: “Tengo que reconocer que Carlos me sorprendió hasta a mí. Uno sabía las condiciones que tiene y pensaba que, por sus características, podía encajar bien en el fútbol argentino; él tiene un buen trato de pelota y River es un equipo que juega bien al fútbol. Eso lo favorecía (…) Sabe que este es un primer paso para después poder dar otro más grande”.

Carlos Diogo en el Superclásico.

Y su papá tenía razón porque lo que vino para su hijo fue nada menos que el Real Madrid de los famosos Galácticos, por el que fichó en julio de 2005, solo seis meses después de haber llegado a Núñez. El Merengue le pagó 7 millones de dólares a River por su pase y, aunque allí prácticamente no tuvo continuidad (jugó apenas 20 partidos), el club español le buscó una salida al Zaragoza que fue, por cierto, lo mejor de su carrera. En el “Maño” jugó un total de 128 partidos, con siete goles anotados y allí se retiró con el estatus de ídolo.

Como jugador, Diogo comenzó en las categorías inferiores de River Plate de Uruguay, cuando tenía 14 años. De allí saltó a Peñarol y lo que siguió fue River, la Selección de Uruguay Real Madrid, Zaragoza, CSKA Sofía de Bulgaria, Huesca de España, KAA Gent de Bélgia y el regreso para el retiro al Zaragoza.

Carlos Diogo en el Real Madrid.

Marcelo Gallardo, el compañero de River que Carlos Diogo eligió por sobre las demás figuras

De su paso por River, Diogo contó que “fue el club que me permitió darme cuenta de todo lo que era capaz”. Destacó que formó parte de un plantel que tenía muchas figuras, pero el que más lo sorprendió fue Marcelo Gallardo: “Si tuviese que elegir a tan solo uno, elijo al Muñeco. Tenía algo que lo hacía diferente. Siempre era capaz de identificar el hueco, siempre daba un buen pase. Y además, algo muy valorable, nunca arrugaba cuando lo sacudían”.

Incluso dijo que el actual entrenador de River es una de sus referencias para construir su carrera como DT: “En especial por la unión que genera en los grupos, consiguiendo que sus jugadores se diviertan jugando y dejen todo por él y sus compañeros. Es de los mejores técnico del mundo. No hay tantos entrenadores top, top, top, según mi opinión. Y Marcelo, para mí, en el top cinco entra sin lugar a dudas”.

Marcelo Gallardo, entrenador de River.

La particular trayectoria de Carlos Diogo como DT

Carlos Diogo se retiró como futbolista en el club Zaragoza, en 2015, y en esa ciudad de España se quedó a vivir con su esposa e hijos. Allí, además, hizo grandes amigos con los que un día, en un gimnasio, se preguntaron: “¿Por qué no entrenamos a un equipo?”, anécdota que contó al sitio Relevo. Y así lo hizo, pero con la particularidad de que hasta hoy su carrera como entrenador se ha construido en equipos regionales como Huracán, Racing Zaragoza, San Juan, Santa Isabel, el Club Deportivo Ateca, representante de la ciudad de Ateca donde viven apenas 1700 personas y está a 100 kilómetros de Zaragoza.

Carlos Diogo con uno de sus hijos.

Luego de esa experiencia en Ateca, donde logró un ascenso de categoría y revolucionó al pueblo, desembarcó en el CD Calatorao de Primera Regional Aragonesa, donde finalizó su ciclo hace unos días. Su intención es lograr experiencia lejos de la primera plana y formar a los futbolistas del futuro.

El ex jugador de River Carlos Diogo (medio), dirige a equipos de categorías regionales de Zaragoza. Formó un cuerpo técnico con amigos.