No le quedó otra. Pese al sentimiento de cariño que lo une a Boca, el relator y conductor Sebastián Vignolo apeló al sentido común y abrió su programa diario en TV post triunfo de River en el Superclásico con una sentencia inapelable: “Marcelo Gallardo es el mejor. Un fuera de serie”.
Este lunes, en la emisión de F90, el programa que conduce en ESPN, Vignolo protagonizó una editorial en la que habló casi exclusivamente del efecto Gallardo en River.
La editorial de Sebastián Vignolo sobre Marcelo Gallardo tras la victoria de River sobre Boca en el Superclásico 2024
“Parece que volvió. Parece que volvió y volvió de la misma manera casi que se había ido.
Cometí el error el otro día, en la previa del partido, grosero error, de leer la formación de River y decir ‘che, qué rara esta formación, qué extraña, ¿qué formación pone? qué alineación extraña‘… Claro, porque me quedé encasillado en que a River lo dirigía un técnico normal.
Miren, yo sé que están las tácticas, las estrategias y que son importantes y que por supuesto muchas veces son un punto de partida, pero Gallardo de las tácticas, de las estrategias y de las planificaciones hizo lo que quiso, porque yo creo, yo creo, que el gran secreto de Gallardo es el poder de convencimiento que tiene para con el futbolista, y yo creo que ese es el gran valor que tiene Gallardo, de hacerte creer que hoy está lloviendo cuando hay sol. Por eso yo leí la formación y creo que todo el mundo pensó que era rara, porque era rara, pero Gallardo tiene eso que lo hace diferente y distinto, y además hay tipos que se desenvuelven en lugares importantes como pez en el agua.
A Gallardo le gustan estos desafíos. A su carrera la fue construyendo con estos desafíos, con estos partidos, de esta manera, de esta forma. Me van a decir que juegan los jugadores, sí, por supuesto: juegan los jugadores. Pero permítanme pensar o creer que Gallardo tiene una preponderancia que a veces supera inclusive al futbolista porque es él el que convence a Lanzini de volver a ser; porque es él el que le dice a Fonseca ‘tenés que jugar tu partido’; porque es él el que le da a River en poquito tiempo esa identidad de equipo duro, de equipo con vergüenza deportiva, de equipo que tendrá tres en el fondo, cuatro, cinco, diez… pero que hay algo que no negocia; lo decían los jugadores cuando terminó el partido, el ADN de Gallardo, creo que fue Lanzini, pero mas o menos decían todos lo mismo: el ADN de Gallardo es la intensidad, es dejar todo.
Parece una frase común, ahora… lo lleva a cabo, lo lleva a la práctica. Algunos me decían ‘¿pero viste cómo le fue en Arabia?’ ¿Saben por qué Gallardo fracasó en Arabia? Porque ¿cómo hacés para ponerle esa pizca distinta y diferente a tipos que ya están en otro mundo? ¿Qué le vas a decir a benzemá? ¿Andá y presioná?
Muchos se quedaron con que Gllardo se fue a Arabia y estaba de vuelta, pero no: sigue siendo el mejor. Y no lo digo porque le ganó a Boca, lo digo porque lo siento. No hay un técnico invencible. Ni Guardiola lo es, pero es distinto, es diferente.
Entonces nunca más, cuando vea la formación, mientras Gallardo sea el técnico de River, nunca más la voy a analizar previamente. No sé, en la TV pediré que pongan música, porque Gallardo los convence y ese es el gran secreto.
Del otro lado creo que pasa algo totalmente diferente: Boca ponía una buena formación, por lo menos parecía. Boca ponía lo mejor que tenía y después podemos discutir si lo mejor que tiene Boca es lo que tiene o tendría que tener mucho más. Yo en un momento del relato me quedé en silencio cuando entraban los cambios en River y mete a Acuña y mete a Pezzella, y no voy a nombrar a ningún futbolista de Boca, pero no había equivalencias. Es cierto: River guardó a los mejores en el banco, pero…
La llegada de Gallardo a River les tiene que levantar la vara a todos. A todos, a todos. Antes podías agarrar un River más o menos permeable, podías agarrar a un River que podía titubear, pero ahora agarrás a un River que tiene a un entrenador distinto, diferente, a un fuera de serie que perderá, como pierden también los fuera de serie, pero a no subestimar, ¿eh?”.