El 19 de mayo de 2021, River, en medio de un brote de coronavirus y con un plantel completamente diezmado, recibió a Independiente Santa Fe por la Copa Libertadores de América de aquel año. Tan debilitado estaba el Millonario que Enzo Pérez tuvo que ser el arquero.

Pese a todos los contratiempos, el equipo de Marcelo Gallardo se impuso por 2-1 con goles de Fabrizio Angileri y Julián Álvarez, diagramando una página única e inolvidable. Inclusive, esa jornada dejó varios momentos muy especiales que quedarán en la memoria.

Uno de ellos fue el abrazo de Enzo Pérez con un alcanzapelotas en uno de los goles de River. Ese joven era Mateo Raschia, un arquero que, en ese entonces, formaba parte de las divisiones inferiores del Más Grande. Lógicamente, el episodio no demoró en hacerse viral.

Sin embargo, el presente de Raschia es muy diferente y hasta un tanto inesperado. Es que el arquero se marchó de River y recaló en Unión de Santa Fe, donde se encuentra desempeñándose en la Reserva. Y, en las últimas horas, volvió a ser noticia.

Es que, en un partido de la Reserva del Tatengue frente a Independiente, Raschia sacó a relucir todas sus condiciones al contenerle un penal a Taborda luego de una infracción de su compañero Isla. Así fue como se transformó en una de las figuras del partido.

Quién es Mateo Raschia

Mateo Raschia es un arquero categoría 2005 que desembarcó en la pensión del Millonario allá por el año 2009 luego de ser visto en un partido de Platense Porvenir de Reconquista, Santa Fe, donde se encontraba desempeñándose en aquel entonces.

El recuerdo del abrazo con Enzo Pérez

Fue hermoso y todavía lo recuerdo como si hubiese sido ayer. Él se da vuelta, me mira y viene corriendo para acá. Cuando lo veo darse vuelta, obviamente que corrí hacia él. ‘Vamos, guacho, vamos’, me dijo en el festejo”, supo narrarle el propio Raschia a La Página Millonaria.

Enzo, al ser jugador, está acostumbrado a gritar los goles con alguien y a abrazarse con sus compañeros. El arquero, en cambio, los grita con uno mismo. Por eso vino y buscó al primero que tenía por ahí. Estaba yo, pero podría haber sido cualquiera“, profundizó.

Fue algo muy lindo que me tocó vivir en el club. Estaba muy nervioso también porque era la primera vez que iba como alcanzapelotas. Imaginate estar ahí, caer que Enzo Pérez estaba atajando, lo que vino después. Me acuerdo de que lo que más hacía era verlo a él, fue hermoso. El abrazo fue el broche de oro“, culminó.