El plantel de River entrenó este viernes por la mañana con vistas al partido de este domingo frente a Platense. La práctica tuvo una cara nueva: Alex Woiski, el sorpresivo refuerzo del Más Grande en este mercado de pases, participó de su primer entrenamiento en el club.
Después de que Maxi Salas se sumara el jueves a la par del grupo, ahora fue el turno del delantero de 19 años, que llegó libre desde el Mallorca español. Woiski ya se hizo la revisión médica y esta tarde firmará un contrato por tres años en el Millonario.
Así como Salas todavía no fue presentado pero ya está habilitado para jugar, el europibe también espera por su anuncio en redes sociales y podría estar disponible para el fin de semana. Sin embargo, a diferencia del ex Racing, el juvenil probablemente no sea convocado ante Platense.
Woiski tiene un futuro muy prometedor, pero todavía no debutó en Primera. Y recién llegado a River, todavía no se definió sí arrancará en Reserva o junto al plantel profesional. Marcelo Gallardo primero lo quería ver, y lo más probable es que durante sus primeras semanas vaya alternando prácticas entre las dos categorías, pero jugando con Marcelo Escudero.
Cómo juega Alex Woiski y su historia
Nacido en España pero con madre argentina, Woiski es uno de los jugadores que llegó a las juveniles de la Selección Argentina gracias al trabajo de scouting internacional de AFA. Los famosos “europibes“. Desde pequeño llamó la atención su talento y capacidad goleadora, aspectos que mantiene hasta el día de hoy, pese a todavía no haber debutado en Primera en el Mallorca español, club donde hizo todas las Inferiores. Con 19 años, sí suma entrenamientos junto al plantel.
Se trata de una interesante apuesta a futuro. Habilidoso, gambeteador y atrevido, su obsesión por estar cerca de la pelota lo lleva a retrasarse en el campo oficiando más de mediapunta que de centrodelantero, pero no por eso pierde capacidad de gol.
Como casi todo encarador, le gusta jugar a pierna cambiada, suelto, libre, para recibir con cancha de frente, panorama y poder cerrarse. Por eso se adapta a lo que pretende el Muñeco: futbolistas con movilidad para buscar el espacio, no dar referencias, y luego resolver en bloques cortos. Así, se lo podría aparentar más con un Facundo Colidio que con un Sebastián Driussi.