Si bien falta para el cierre del 2025 y todavía queda competencia para River, comienzan a llegar las primeras informaciones acerca del mercado de pases. Uno de los que viene siendo cuestionado y parece estar cerca de su final con el manto sagrado es Paulo Díaz, que en otras ventanas se especuló sobre su salida, pero surgen grandes posibilidades de que sea en diciembre.

Después de la eliminación en la Copa Libertadores frente a Palmeiras, el chileno quedó señalado por los hinchas, principalmente por sus errores en el partido de ida, lo que lo llevó a estar en el banco de suplentes en la vuelta. Al volver al Estadio Monumental contra Riestra, tuvo una reprobación en las tribunas junto a otros futbolistas del plantel.

En este sentido, la relación entre el público y el defensor ya empieza a desquebrajarse, con chances de que pueda marcharse y encontrar un nuevo destino a sus 31 años. Por otra parte, la aparición de Lautaro Rivero en la zaga, sumado al crecimiento de Lucas Martínez Quarta en las últimas semanas, lo hacen quedar atrás en la consideración de Marcelo Gallardo.

¿Paulo Díaz se va de River en diciembre?

Según pudo averiguar La Página Millonaria con su entorno, Paulo Díaz está buscando una salida a fin de año y su representante le acercaría una oferta formal para que siga su carrera en otro club. Si bien no hay un equipo seguro, la propuesta llegaría desde la liga de Arabia Saudita para intentar adquirir el 70% de su pase que hoy permanece en Núñez.

Paulo Díaz podría irse de River en diciembre y tendría una oferta de la liga árabe.

Jugar en Medio Oriente no es una novedad para el chileno, ya que durante la temporada 2018-19 fue parte del Al-Ahli FC. Después de aquella experiencia, el Muñeco lo llamó en julio de 2019 para comprar el porcentaje de su ficha en un total de 4 millones de dólares. Después de seis años, su camino en el Más Grande estaría llegando a su final.

Paulo Díaz pudo haberse ido de River en 2024

A mediados del año pasado, Al Qadsiah estuvo dispuesto a ejecutar la cláusula de rescisión de Paulo, que era de U$S8.000.000 netos que quedaban en la institución. Le ofrecían un contrato por tres años, con un sueldo anual de 4 millones de dólares. Sin embargo, declinó la oportunidad y en su momento dijo: “Me pude haber ido, pero sentí que podía seguir siendo importante acá”.