Miguel Borja es, muchas veces, inexplicable. Indescifrable con sus publicaciones en redes sociales o sus movimientos dentro de la cancha. Vive en una relación fluctuante de ánimos con la hinchada que anoche ante Libertad en el Estadio Monumental quedó de lado. El Colibrí entró por Sebastián Driussi en el segundo tiempo y, después de varios partidos, estuvo a la altura de lo que exigía la noche.
El encuentro estaba tenso, áspero, después de la expulsión de Giuliano Galoppo. A River le faltó fútbol y tuvo que intentar equilibrar el trámite con garra y pierna fuerte. Fue ahí donde el colombiano dejó una jugada que se hizo viral y que le valieron los aplausos de casi todo el estadio.
En el minuto 82, un bochazo largo de Acuña cayó en el área después de volar un rato largo por el aire. Antes de que pique, Borja extendió su pierna derecha y la bajó con mucha calidad, como en sus mejores épocas. Giró, intentó descargar hacia atrás y la perdió. Lejos de quedarse quieto, se tiró a barrer una vez para intentar recuperarla.
El balón le volvió a caer al jugador de Libertad y el Colibrí volvió a arrojarse al piso para hacerla rebotar de nuevo y que termine en el lateral. Era tal el clima de efusividad, aún cuando River le pasaba mal, que Borja extendió sus brazos y se desahogó por unos segundos al barrer esas dos pelotas y ser reconocido por las cuatro tribunas.
El gesto de Borja ante Libertad
Esa buena sintonía con la que ingresó quedó reflejada en la ejecución perfecta de su penal en la tanda. Repiqueteó, se frenó en su carrera y después abrió el pie para colgarla del ángulo superior izquierdo del arquero Martín Silva, que se arrojó hacia el otro lado y ni aún volando para la foto hubiese llegado a sacar el remate.
