Marcelo Gallardo optó por una formación con muchos cambios para el partido ante Godoy Cruz. En el quinto encuentro de una seguidilla de siete en un mes, el Muñeco rotó en Mendoza, pero no le gustó lo hecho por el equipo durante el primer tiempo, Por eso, para el complemento metió volantazo: dos cambios.
El Millonario tuvo alguna que otra conexión interesante por el medio, pero la realidad es que no jugó bien. Le faltó explosión en el último tercio de la cancha, y así se explican los dos ingresos que dispuso. Entraron Gonzalo Martínez y Manuel Lanzini por Sebastián Driussi, quien salió con una molestia, y Giuliano Galoppo.
Gallardo busca el cambio de ritmo de Pity, quien vuelve a jugar después de haber sido baja por el desgarro sufrido en pretemporada. Es su primer partido en el año, y la ilusión es que regrese como a finales del año pasado. Y pase filtrado, gambeta y remate de media distancia con Lanzini. Aunque Manu duró menos de 20′ en cancha.
Lo que sorprendió es que Gallardo no saque a Fabricio Bustos. A los 25 minutos recibió una tarjeta amarilla por una falta al borde de la roja. Un patadón que levantó por los aires al rival. Si bien es cierto que fue a la pelota, fue con una vehemencia que tranquilamente le pudo haber valido la expulsión, pero Echavarría le perdonó la vida.
Al Muñeco no le gustó nada esa acción. Y para colmo, instantes después, y ya condicionado, Bustos cometió otra falta sin sentido por la que también podría haber sido amonestado y de ese modo, echado por doble amarilla. Gonzalo Montiel realizó el precalentamiento y se imponía su ingreso. Sin embargo, el DT no sacó a Bustos.
Otro doble cambio de Gallardo
Las modificaciones tampoco le dieron al equipo las soluciones que pretendía, y por eso tardó solo 14 minutos Gallardo en meter otras dos variantes. Enzo Pérez reemplazó a Matías Kranevitter y Rodrigo Aliendro sustituyó a Santiago Simón. Así, le quedaba un solo cambio para los más de 30′ restantes. Pero a los 19′ debió salir Lanzini, ingresado en el entretiempo, por una lesión en el hombro. De no creer… Entró Marcos Acuña en su lugar.
