Vino a River a mediados de 2017, se sumó para integrar el plantel que iba en búsqueda de la Libertadores de ese año y quedó en las puertas de la final perdiendo en semis ante Lanús. Sin embargo, el destino y el fútbol quisieron que Enzo Pérez se corone campeón de la Copa en 2018.
"Siento felicidad. Se logró algo histórico. Tengo algo de tristeza también porque nos sacaron la final de nuestra casa y mucha gente no pudo venir. A toda esa gente que está allá, nosotros sabíamos que los íbamos a representar en el campo de juego y ellos iban a estar tranquilos", manifestó el mendocino.
"Es una lástima porque no puedo compartirlo con otros seres queridos como lo son mis viejos y mis hermanos. Seguramente lo están disfrutando. La mayoría de mis amigos son hinchas de River", agregó el mediocampista de River, que cerró su testimonio con una emotiva confesión: "A partir de ahora a Dios no le voy a pedir más nada, sólo salud".
