Se ganó el cariño de todos los hinchas. Y fue pieza clave de los seis títulos que consiguió con el club. Marcelo Barovero dejó una huella imborrable en River, donde pasó uno de los mejores momentos de su carrera.

En una entrevista que le concedió a La Nación, Trapito confesó cuándo fue el momento en el que rompió en llanto debido a su salida de la institución, en mayo de 2016: "Esa noche (NdeR: el 14 de mayo de 2016, cuando River le ganó 1- 0 a Gimnasia en su último partido con River) no, sí lo hice unos días después, cuando retiré las cosas del club y me fui a Porteña a ver a mis viejos. Estaba solo, manejando en la autopista entre Rosario y Santa Fe, hablé por teléfono con mi mujer y de golpe me cayó la ficha y me largué a llorar. Y así estuve varios kilómetros llorando solo en el auto".

Consultado acerca de cuál fue la razón por la cual le obsequió sus guantes a Marcelo Gallardo, el arquero expresó: "En la fecha anterior, antes de salir a jugar en cancha de San Lorenzo, estábamos charlando y me dijo que le gustaría tener un recuerdo mío y entonces ahí, cuando me sacó, se los regalé. Para mí fue una relación única entre técnico y referente, me ha hecho crecer, compartimos cosas muy fuertes. Marcelo ha sido un padre para mí por cómo te ayuda en las pequeñas cosas que van surgiendo. Fue un mix entre lo deportivo y lo personal, eso es lo que uno valora, porque uno no es solo un futbolista, y Marcelo abarca todo, está muy preparado".

A su vez, Barovero contó que hubo un detalle extrafutbolístico que influyó en su decisión de marcharse del Millonario: "Arrojaron algunas cosas a la casa de mis padres, en Porteña, también hubo inventos del periodismo y debí ir a concentrar con mi señora y mi hijo llorando. Hay muchas cosas que uno no acepta y que van sumando. Aquí yo puedo ir a retirar a mis hijos al colegio, al más grande lo llevo al fútbol, y todo se hace de manera muy natural. Y eso que estamos en una ciudad muy futbolera, eh".

De todos modos, Trapito no descarta un posible regreso al fútbol argentino: "Todo puede ser, no hay ninguna puerta cerrada, veremos para dónde me llevan los desafíos, si me atraen o no. Para el retiro me falta, quiero igualarlo al Flaco Comizzo, que llegó a los 42 años. Mientras haya condiciones físicas y motivación para entrar a la cancha, voy a tratar de seguir".

Por otro lado, el cordobés se refirió al rumor que lo vinculó con Boca en abril de 2018: "No hubo nada, y tampoco creo que a sus dirigentes se les hubiera cruzado esa posibilidad, carece de sentido. Obviamente yo tampoco iría a Boca".