Dos minutos del segundo tiempo. River caía en Curitiba ante Athletico Paranaense e iba en búsqueda de la igualdad y Exequiel Palacios sacó un remate que se desvió en Lodi y fue directo al tiro de esquina. Sin embargo, desde el banco del Más Grande y varios futbolistas del Millo le reclamaron a Wilmar Roldán una infracción cometida en el área.

¿Qué ocurrió? El mencionado Lodi, defensor del Rubro-Negro, modificó la trayectoria del disparo con su mano. En la repetición se ve claramente que efectivamente esto ocurre más allá de juzgar o no la intencionalidad del brasileño.

Si la pelota impacta en los brazos, es penal. El futbolista, independientemente de su intención, le da más espacio a su cuerpo e impide que la pelota siga su curso. En otras palabras: ellos se tienen que hacer responsables de la manera en que salen a marcar", supo manifestar Horacio Elizondo en el año 2017, en diálogo con La Nación, cuando ostentaba el cargo de Director Nacional de Arbitraje y el reglamento había sufrido modificaciones sustanciales por recomendación de FIFA.

Más allá de estos alicientes, la realidad es que Wilmar Roldán (juez de la primera final entre River y Paranaense) optó por no recurrir al VAR más allá de haber escuchado a los árbitros encargados de la tecnología.