Fue uno de los privilegiados que le otorgaron a River la única copa del mundo que ostenta hasta el momento. Jorge Gordillo, el querido Tapón, pasó por LPM TV y contó anécdotas de su paso por el Millo, su actualidad como entrenador de la Octava División y su visión del Proyecto Infanto Juvenil.

Sin embargo, también se tomó varios minutos para dar su opinión sobre quien hoy es uno de los mejores entrenadores de la historia de River: Marcelo Gallardo: "¿Qué duda cabe? Ya está en la historia de River, yo creo que va por más. Por lo que ha hecho, ya creo que está en la historia grande".

"El que está bien entra. Y no duda. Si el que sale se enoja, se durmió. Esto es así, lo ha manejado también en estos años que no hay más que mirar los resultados en estos últimos tiempos y ya está", agregó Gordillo sobre el manejo de grupo de Napoleón y comparó la buena onda que se vive hoy en día en el plantel de Primera con aquel que supo consagrarse en el año 1986.

"Nos reíamos mucho, y cuando teníamos que trabajar, trabajábamos. Hasta que daba el silbatazo el árbitro eramos un grupo muy lindo. Yo lo disfruté mucho y cada tanto estamos conectados y seguimos divirtiéndonos más allá de que por ahí nos vemos poco. Sin vernos, cada vez que volvemos a vernos, es como si estuviésemos en esa época", confesó quien supo ser el lateral izquierdo del Más Grande y es considerado uno de los mejores en su puesto a lo largo de toda la vida del club.

Su vida junto a River: "Mi vida es River. Viví todo en River, desde Infantiles a llegar a jugar en Primera. Yo digo que me casé ahí, tuve hijos jugando en River, nietos...".

La cábala del plantel de 1986: "Nosotros, en las fotos del equipo, yo tenía como cábala dar una vuelta antes de sacarla. Todos me esperaban a mí, y siempre me ponía en puntita de pie. Una vez la que me hicieron fue hermosa: me esperaron, era una semifinal, yo hice toda la cábala y cuando me pongo ahí en punta de pie para estar más alto, todos hicieron puntita de pie. Yo puteándolos como diciendo... Ja".

Su renacer forzado en la última etapa como futbolista: "Tuve otros problemas que lamentablemente me ayudaron a no sufrirlo. Yo le transmito esto a los chicos: si tienen a alguien de confianza, bárbaro. Uno los tiene que preparar para todo. Estas cosas que a uno le han pasado, lamentablemente, tiene que transmitirlas para que no les toque. Saber con quiénes tratan, quiénes son, no confiar mucho en otro... A uno le ha pasado y después lo sufrió. No solamente yo, sino también la familia que está detrás. Es eso, es la vida. A veces hay que estar preparado para todo, seguir peleando".

La Copa Libertadores, más emocionante que la final del mundo: "La final en Japón fue espectacular, pero la Copa Libertadores fue lo máximo. Fue emocionante, primero porque fue en casa, lluvia torrencial, había gente que no sé como entró tanta en este estadio. Estaba la familia, que eso también es un punto... Y después, cuando terminó el partido, fue lo más importante que me tocó vivir dentro de una cancha. Cuando estábamos dando la vuelta olímpica, yo veía gente grande llorando y eso yo lo recuerdo y me emociona. Esa gente lloraba de alegría, porque cuando era más chica le tocó llorar pero de frustración: en el 66 y en el 76. Nosotros les dimos la oportunidad de una revancha. Ese es el recuerdo más lindo que tengo, ese momento y saber que estaba mi mamá, mi papá, mi señora que estaba con los dos chicos en ese momento. Ese fue para mí fue el momento, lo sentí y uno también se emocionaba".