Marcelo Gallardo siempre se caracterizó por mantener reglas de convivencia y de profesionalismo claras dentro de River. Desde que es el técnico, generó una estructura irrompible y creada a base de mucho trabajo.

Sin embargo, en este caso sólo parecería ser una casualidad la suerte con la que corren aquellos jugadores cedidos a préstamo que regresan al club. ¿Qué pasó? Si un futbolista se desempeñó en la Primera de River y luego se marchó cedido con Napoleón al mando, dificílmente vuelva a tener una oportunidad.

 

Al menos, eso se cumplió a rajatabla desde el año 2014 hasta la actualidad. Y no hay excepciones a nivel oficial. Por ejemplo: si bien Alexander Barboza fue cedido a Atlético de Rafaela y luego a Defensa y Justicia, estaba en la Reserva cuando eso ocurrió. Volvió, jugó en River y luego fue cedido otra vez a Defensa.

A su vez, Giovanni Simeone jugó al volver de Banfield y hasta hizo un gol, pero solamente en amistosos. Ningún jugador cedido por el Muñeco, habiendo jugado oficialmente en la Primera de River, tuvo chance al concluir su préstamo.