Con un Instituto que se metió atrás, a River se le complicó mucho durante la primera parte del partido y dejó una preocupante estadística. Sin grandes oportunidades desde el juego asociado, el Millo recurrió al juego área para intentar lastimar. Sin embargo, esto tampoco surtió efecto.
Sin eficacia para generar o para aprovechar las pocas oportunidades que tuvo a favor, River intentó a través de los centros desde el costado enviando un total de 20 pelotas al área rival durante toda la primera parte. Lo negativo de esto es que solo tres llegaron a destino.
Con la particularidad de que uno de estos centros fue de Salomón Rondón; quién debería estar esperándolo dentro del área, las otras pelotas que conectaron en un compañero fueron por parte de Milton Casco y Nicolás De La Cruz. Los restantes 17, fueron despejados o se pasaron de largo.
Sin embargo, pese a que le costó mucho y recurrió a meter la pelota a la olla, River tuvo una gran chance de la mano de Salomón Rondón tras una exquisita asistencia de Nacho Fernández. Una situación clarísima que el venezolano terminó desperdiciando.
El rendimiento de River en la segunda parte del empate ante Instituto
Con la misma tónica o incluso bajando en el peligro que generó sobre la Gloria, River no encontró el fútbol en ningún momento y continuó demostrando varias falencias a la hora de generar juego ya sea desde el toque o a través de centros.
Continuando con esta ineficacia, los de Demichelis conectaron solo cinco de los veinticuatro centros que cayeron sobre el área de Instituto. Es decir, en total, River tiró 44 pelotas aéreas y solamente pudo ganar en 9 de estas. Un número realmente bajo.
