En los últimos meses, en las previas de cada partido importante que tiene River trasciende información para tratar de desatar un 'escándalo' en el plantel. ¿El objetivo? Desestabilizar al grupo para que tenga algún bache en lo futbolístico. 

El ejemplo más claro fue el de Nicolás De La Cruz, que fue sorprendido en Paraguay en la previa de la vuelta de los cuartos de final de la Copa ante Cerro Porteño. Al uruguayo lo sorprendieron por una causa insólita que ocurrió en 2016, durante un partido entre Liverpool y Sao Paulo, por la Libertadores Sub-20.

¿Al equipo lo afectan estas situaciones? "A nosotros no se nos rompió la burbuja, la burbuja siempre estuvo bien. Siempre entrenamos tranquilos y sentí el apoyo de mis compañeros. Son errores que uno cometió en el pasado y había que afrontarlos. Puertas adentro trabajamos para evolucionar como equipo y como grupo. No nos incomoda. Nosotros vivimos en una burbuja en la que no entra ni sale nada de lo que vivimos como grupo", indicó el volante ofensivo.

En tanto, el charrúa comentó cómo vivió aquella detención en Paraguay: "Me desperté 9.30 horas, me pertubó la tomada de mate con mi compañero en la pieza, ja. Me sentí tranquilo y sentí el apoyo de la dirigencia. El presidente me acompañó en todo momento. Intenté enfocarme rápidamente en el partido. El grupo siempre me brindó la confianza, en todo momento estaban conmigo. Para nosotros es importante que no entre ni salga nada".

Consultado acerca de cómo palpita el grupo las semifinales de Libertadores ante Boca, De La Cruz expresó: "Lo vivimos tranquilos, vamos partido a partido, es así como lo vivimos. Es una semana corta, hay que pensar en lo que viene. Nosotros vamos día a día, estudiando a los rivales que nos tocan en el momento. Tenemos que enfrentar a Godoy Cruz, ya empezamos a trabajar para ese partido".