Hace tiempo que sus nombres dejaron de escucharse por los pasillos de Nuñez, pese a que con ambos había mucha esperanza de cara al futuro. A mediados de 2022, Benjamín Rollheiser y Fabrizio Angileri se fueron con el pase en su poder de River después de no llegar a un acuerdo para renovar sus respectivos contratos y ser apartados del plantel por Marcelo Gallardo y la dirigencia.
La historia es conocida: el Muñeco los bajó de la pretemporada de verano en 2022 ya que ninguno tenía un acuerdo para extender sus vínculos (y tampoco había demasiada predisposición para hacerlo) y por eso se estuvieron entrenando a contraturno hasta que quedaron desvinculados del Millonario.
Rollheiser continuó su carrera en Estudiantes de La Plata, donde se convirtió en figura y fue vendido hace algunos meses al Benfica de Portugal, mientras que Angileri recaló en el Getafe de España, donde todavía continúa. Contrario a lo que seguramente ellos esperaban, sus presentes en el Viejo Continente no son los ideales.
Pocos minutos para Rollheiser y Angileri en Europa
Con contrato hasta el 30 de junio de 2026, el lateral izquierdo, por el que River había pagado más de 2 millones de dólares en 2019, juega poco y nada en el Getafe. De hecho, en dos años apenas contabilizó 27 partidos. Este semestre fue titular solo dos veces en La Liga y en el resto de los encuentros ingresó desde el banco de suplente no más de 10 minutos.
Su equipo hizo una campaña correcta (está por finalizar 12° en la tabla de posiciones) pero Angileri nunca fue prioridad para el entrenador, por eso contabiliza 158 minutos a lo largo de 11 partidos. No hay que descartar que busque un cambio de aires en el mercado de pases venidero.
Rollheiser, por su parte, fue transferido en casi 10 millones de dólares al Benfica hace unos meses y está atravesando el famoso período de adaptación. Recién en la última fecha del torneo local tuvo su primera titularidad en el 1-1 ante Río Ave. Antes de eso, solo acumulaba 85 minutos en ocho partidos, entrando siempre a pocos minutos para el final.
