(Salta – Enviados especiales) El buen trabajo de Daniel Villalva en la Copa Argentina se diluyó en la azarosa ejecución de los penales. Frente a Racing, el juvenil malogró un remate decisivo y se terminó despidiendo del torneo repleto de amargura.
Daniel Villalva venía cargado de confianza para jugar la semifinal de la Copa Argentina contra Racing y así lo reflejó también desde el campo de juego, en donde se mostró movedizo y capaz de quebrar la defensa del equipo de Zubeldia. Pero el destino no le concedió la cuota de suerte que seguramente esperaba y tanto merecia.
Es que al comienzo de la copa, el Keko no fue convocado para disputar el primer partido, contra Defensores de Belgrano, pero ya en 2012 arrancó como titular frente a Sportivo Belgrano. En ese encuentro, el delantero dejó una muy buena imagen jugando como volante por izquierda. Aunque en el siguiente encuentro, contra Quilmes, tuvo que volver a esperar su oportunidad en el banco de suplentes.Pese a ello, ingresó y volvió a ser fundamental en el resultado final convirtiendo un gol.
En la siguiente fase, frente a San Lorenzo, volvió a estar entre los once titulares, otra vez parado por izquierda, y luego pasó a la derecha, en donde sostuvo su notable rendimiento y pudo convertir el segundo tanto del Millonario.
Pero a pesar de que remontó su situación y pasó de tener pocos minutos a ser a ese jugador rápido y gambeteador que se vio cuando debutó con Gorosito como técnico, el cierre de su participación copera no fue la más afortunada: malogró el penal que le hubiera dado el pase a la final a La Banda. Quizás algo injusto, si se tiene en cuenta que el azar de los tiros desde el punto del penal no se condicen con el esfuerzo que hizo durante todos estos últimos meses.
