No habrá once jugadores por lado, sin embargo la pasión y las camisetas dirán presentes. River y Boca se enfrentarán mañana por la última fecha del Torneo Clausura de Futsal y no será un partido más: El millonario tiene la posibilidad de amargarle el campeonato al Xeneize. Además, la bronca del conjunto millonario para con Diego Turnes, vice del club, por ceder la localía.
Un Superclásico en escala, una posibilidad de calentar motores para los choques de verano. Porque, como nunca en la historia, River y Boca se extrañan. Desde el descenso de La Banda, se vieron las caras solo una vez, en Inferiores. Desde allí, ningún deporte, ninguna otra disciplina volvió a enfrentarlos. Hasta mañana, cuando deban dirimir el Clausura de la Primera División del Futsal de AFA, desde las 21.30, en el Club 17 de Agosto.
El destino fue el que puso a River en esta circunstancia clave. Este encuentro, válido por la octava fecha, debía haberse disputado hace más de dos meses, cuando las chances de consagrarse para ambos aún eran hipotéticas. Sin embargo, la fecha se pospuso y recién se disputará mañana, con el resto del campeonato ya jugado.
Boca se ubica en la cima de las posiciones, un punto por encima de Pinocho, el múltiple campeón de la categoría, con quien perdió en la última jornada y vio ahogarse por primera vez su grito de campeón. Esta estrecha diferencia hizo que los dos partidosdeban disputarse a la misma hora. El club de Villa Urquiza, ganador de 12 de los últimos 13 campeonatos de futsal, visitará a Ferro. El máximo campeón de la historia del futsal deberá ganar y esperar que el Millonario sume para darle una estrella más. En caso de empatar, necesitará que River triunfe para forzar un desempate.
Pero tal como sucedió en la organización de los partidos de verano, que finalmente se disputarán en Chaco y Mendoza, aquí también los problemas estuvieron a la orden del día. La primera traba llegó desde la Gerencia de AFA, que solicitó que el encuentro no se realice en el CEDEM de San Fernando, donde River hace habitualmente de local. El CoProSeDe intervino y obligó a que el enfrentamiento se lleve a cabo en Capital Federal y sin público, por seguridad. Por lo tanto, el Superclásico se mudó al Club 17 de Agosto y podrán asistir 30 personas por bando, expresamente indicadas en una carta que ambas dirigencias tenían que presentar.
La Subcomisión de Futsal de River puso el grito en el cielo. En primer término por la pérdida de la localía (hasta llegó a proponerse jugar el domingo en cancha de Pinocho). Pero también hubo disconformidad con la medida de jugar a puertas cerradas. Por estos motivos desde el Millonario amenazaron con no presentarse.
Cuando Diego Turnes, vicepresidente del conjunto de Núñez, aceptó las condiciones impuestas,Rubén Brunetti, delegado del futsal, explotó.“Le regalamos la localía a Boca, nos dejamos manosear por la AFA”, expresó el representante en el sitio Pasionfutsal, y cargó sobre el dirigente de La Banda: “En la Subcomisión de Futsal no nos bancamos que Turnes haya tomado una decisión sin habernos consultado. Él jamás vino a ver un partido de Futsal, no sabe lo que significa para nuestra gente este partido con Boca”.
Por lo tanto, no habrá presencia riverplatense, más allá de la del equipo y el cuerpo técnico. Lo cierto es que en espacios reducidos, con cinco jugadores por lado y en piso de parqué, el Superclásico tendrá su segunda función, la última ante de los choques de Verano. Sería bueno seguir con el pie derecho…



