El mediocampista reconoció que le quedó pendiente una segunda etapa con la banda roja sobre el pecho. Además, elogió a Matías Almeyda y señaló a Enzo Francescoli como uno de los principales ídolos.
Santiago Solari saltó a escena en aquel título de 1996, cuando comenzó a alternar en el equipo titular en la etapa final del campeonato. El Indiecito tuvo un buen inicio, pero rápidamente fue vendido al fútbol español y, cuando regresó a la Argentina, fue para vestir la camiseta de San Lorenzo.
En una extensa entrevista con El Gráfico, la pregunta relacionada con el Millonario fue inevitable: “Creo que ya no le puedo dar a River lo que River necesitaría de mí. Más allá de mi cansancio, uno tiene que ir a los sitios donde puede dar cosas. Si me buscaran, sería fácil ser egoísta y decir: ‘Voy a River y que sea lo que Dios quiera’, pero no es así”.
Y amplió: “Me hubiera gustado tener un paso final por River, pero no sucedió así. Tiene que haber dos partes interesadas para que eso suceda. Yo llegué a la Argentina porque me buscó y me convenció Marcelo Tinelli. Sí existió la chance después de San Lorenzo, en el momento en que yo quería irme del país”.
El ex jugador del Real Madrid no quiso comparar su caso con el de Matías Almeyda: “El es un superdotado físicamente. El tema también pasa por la autoexigencia. Si yo hoy hiciera una buena pretemporada, podría volver. Lo que no creo es que pueda volver a jugar en el mismo nivel”.
Por último, dedicó unas palabras a Enzo Francescoli, a quien definió como su ídolo: “Aun antes de que yo fuera a River. Me acuerdo de su gol a Polonia, tenía diez años. A esa edad, uno tiene ídolos; a los 20, referentes. Fue muy loco jugar con él. Me pasó a mí y también a chicos de mi generación, como Crespo”.
