Como consecuencia de los diferentes incidentes, entre ellos los sufridos por varios hinchas de River en el acceso a la cancha de Lanús, la gobernadora Vidal decidió prohibir la concurrencia de público a estadios ajenos.
La situación se hizo insostenible en un puñado de partidos. Lanús-River, Racing-Lanús y Banfield-Boca causaron diversos problemas vinculados directamente a la presencia de público visitante. Pese a que la decisión política era que al menos un encuentro por fin de semana tuviera ambas hinchadas en la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal le ordenó a Juan Manuel Lugones, titular de la Aprevide, que dejara de lado la iniciativa.
A River le resta visitar en Buenos Aires a Tigre y Gimnasia
Mientras en Racing-Lanús hubo enfrentamientos entre varios miembros de las dos parcialidades, Banfield-Boca dejó un saldo de varios heridos como consecuencia de una avalancha que se produjo por la cantidad de excesiva de gente en la cabecera visitante. Lanús-River fue el último episodio de la serie de incidentes, debido a que los hinchas del Millonario sufrieron maltrato policial en el acceso a la cancha del Granate.
Por lo tanto, la gobernadora decidió prohibir la concurrencia de visitantes en territorio bonaerense, según informó hoy el diario La Nación. En el caso de River, la medida implica que sus simpatizantes de ninguna manera podrán alentar al equipo tanto en los estadios de Tigre (16 de abril) como Gimnasia y Esgrima La Plata (21 de mayo), los dos rivales que resta enfrentar en la provincia.
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