(Incluye galerías) River fue una sombra, jugó pésimo y cayó como local ante Huracán. Si bien la serie sigue abierta, el Millonario deberá volver a las fuentes para quedarse con la semifinal.
“¿Dónde quedó el campeón?”, se habrá preguntado más de un hincha, y con razón. Porque River tuvo una noche para el olvido y puso en serio riesgo el título de campeón de la Copa Sudamericana.
El Millonario arrancó muy mal la noche y se salvó de milagro a los 3 minutos con un remate dentro del área chica de Ramón Ábila, ése que suena para reforzar al Más Grande.
Antes del cuarto de hora, un mal rechazo de Milton Casco -¡nunca para adentro!- derivó en el rebote en el botín de Cristian Espinoza y el gol, con fortuna, de Huracán. Sí, con fortuna, pero con las fallas de siempre en el Millonario.
Un cabezazo de Lucas Alario fue todo lo que produjo en materia ofensiva el campeón de América, que a diferencia de otras derrotas, no mostró la garra para revertir la falta de ideas.
En el complemento, Marcelo Gallardo movió el banco, hizo entrar a Tabaré Viudez, Luis González y Javier Saviola. Pero el resultado fue el mismo: un equipo que fue ciegamente a buscar el empate, sin pensar cómo lograrlo.
Lo peor es que River pudo perder por más. Jugó regalado en defensa la última media hora y la derrota no fue más amplia porque Huracán también es un equipo con serias fallas.
¿Para rescatar? Que la serie sólo está 0-1 y quedan 90 minutos. Si este equipo bailó a Cruzeiro en Belo Horizonte, seguro puede vencer a Huracán en Parque Patricios. A aferrarse a esa ilusión.
+ El gol:
+ Las imágenes de la semifinal.