Fue el hombre de la semana. Tuvo que pasar por una situación incomodísima en Paraguay ligada a un episodio de hace varios años que resurgió de manera extraña en la actualidad. Y terminó siendo el que definió la serie en favor de River ante Cerro Porteño. Nicolás De La Cruz vivió muchas cosas en muy pocas horas, aunque sostuvo que la calma fue siempre su mejor aliada.

“No estaba enojado, siempre estuve tranquilo. Así me hicieron sentir en la fiscalía y el juzgado. Lo único que me interrumpió fue las horas de descanso y mates con mis compañeros. Siempre hay que demostrar tranquilidad”, confesó el uruguayo cuando concluyó el partido.

Puntualmente sobre la jugada del empate en Paraguay, manifestó que fue uno de los mejores de su carrera por la manera en la que ingresó la pelota. “No recuerdo un gol así, entró justa. Pero más allá del gol somos justos ganadores. Hicimos un gran trabajo como equipo y nos llevamos una clasificación justa”.

Finalmente, dejó en claro todo lo que significa el próximo desafío de River, que es ni más ni menos que el Superclásico de la Superliga. “Uno siempre sueña jugar clase de partidos como los de Boca. A partir de ahora pensamos en eso y queremos conseguir el triunfo en casa”, cerró.