River fue de menor a mayor y regaló el primer tiempo, pero con la inspiración de Mora igualó un partido durísimo en Sarandí. Que sirva como inyección anímica para ganar la final del jueves.
A diferencia de los partidos en el Monumental, esta vez La Banda fue de menor a mayor, aunque jamás logró un nivel que hiciera recordar al semestre pasado. Y se despertó justo a tiempo, con un partido casi liquidado a favor de Arsenal.
¿Por qué? Porque el trabajo defensivo -que se entienda, el funcionamiento colectivo para defender, no sólo la última línea- fue muy malo, al punto que los de Sarandí patearon 8 veces en sólo 45 minutos. Y si metieron 3 goles fue porque no tuvieron puntería.
River logró un empate transitorio por intermedio de Gonzalo Martínez y el descuento gracias a Rodrigo Mora (dos golazos). Pero no fue suficiente para maquillar los errores -horrores- que tuvo el Más Grande a la hora de cuidar la pelota y defender.
Afortunadamente, sobre la hora el uruguayo se sacó las ganas y por fin pudo meterla de tiro libre, para rescatar al Más Grande y darle un punto que además permitió conservar el invicto en el certamen casero.
Rosario Central, líder del certamen, tiene 15 puntos, 6 más que River, una diferencia importante si se tiene en cuenta que sólo se jugaron 5 fechas. Ya está, a pensar en Juan Aurich, porque ahí sí que no se puede fallar.
