El Millonario estuvo dos veces en ventaja contra Quilmes, pero las desatenciones defensivas lo privaron de su segundo triunfo en el campeonato. A levantar, que falta mucho.
“De los malos resultados se aprende”, dijo Marcelo Gallardo el semestre pasado. El Muñeco sabe que ante cada traspié debe llevar tranquilidad, y eso necesitará el plantel en los próximos días.
River estuvo dos veces en ventaja contra Quilmes, pero se encargó de “revivir” al rival, que pudo resurgir por duplicado y llevarse un empate del Monumental.
Primero el gol de Teófilo Gutiérrez, y luego el zurdazo de Leonardo Ponzio, parecieron sentenciar la historia a favor del Más Grande, que pagó muy caro sus errores defensivos.
El tanto de Diego Buonanotte y luego la arremetida de Romero para poner el 2 a 2 sorprendieron a todo River, acostumbrado a manejar la ventaja. Pero esta vez, el Más Grande no lo logró y perdió dos puntos en casa.
No es para dramatizar, este equipo ya demostró que sabe cómo sobrellevar un mal resultado. Habrá una semana para recuperar física y futbolísticamente al plantel para volver a ser el mejor de todos.
