El Más Grande venció 2-0 a Rosario Central para seguir cerca de la punta. Lejos de jugar bien de manera sostenido, pasajes brillantes en la apertura del marcador y con la entrada de un Aimar intacto desde el punto de vista futbolístico.
Fue una noche mágica en el Monumental. Rara, extraña. Porque el Millonario exhibió una versión floja. La pasó mal en diversos momentos. Tuvo a Marcelo Barovero como figura. Sin embargo, supo brindar acciones propias de un espectáculo acorde a su historia. No sólo por la definición lujosa de Teófilo Gutiérrez en el 1-0, picando la pelota por encima de Mauricio Caranta después de un pase perfecto de Leonardo Pisculichi, sino también por el inolvidable regreso de Pablo Aimar, cuyas pinceladas deleitaron a propios y extraños en el templo de Núñez.
La diferencia de dos tantos resultó exagerada. Pero también refleja que a River le sale todo mientras en la otra vereda no pasan cinco segundos sin humillarse. Es que la ventaja llegó enseguida para permitir que el sufrimiento posterior trajera como peor consecuencia eventual un 1-1 para barajar y dar de nuevo. Aunque de ninguna manera sucedió. Trapito se encargó de negarle el grito a Jonás Aguirre, Nery Domínguez y todo aquel que le acertara al arco. Fue una muralla, nadie logró vulnerarlo. A partir de ahí, hay que explicar el triunfo del Más Grande por una distancia impensada, de acuerdo a lo sucedido.
A River le costó demasiado desarrollar su juego. Tal vez por el cansancio acumulado, producto del viaje a Belo Horizonte, Rosario Central lo doblegó en el aspecto físico. Presionó y ganó las divididas. Aun así, la jerarquía sirvió para desnivelar. Primero con un Teo que ratificó su actuación ante Cruzeiro. Más tarde, con la entrada de Aimar, sumamente preciso (13 aciertos sobre 14 pases) para darle dinámica a los avances. Por eso, cerca del cierre, La Banda asumió el protagonismo y exigió a Mauricio Caranta hasta que Camilo Mayada aprovechó un rebote para sentencer la victoria.
Con varios momentos mágicos, River celebró. Y ahora, con un encuentro menos, debido a que tiene un compromiso prendiente contra Tigre -fecha a confirmar, luego del receso-, quedó a tan sólo tres unidades de la cima. Alcanzó al eterno rival, acecha a San Lorenzo y, con casi el 50% del torneo disputado, demostró que pelear en todos los frentes es posible. Aunque la ilusión principal, claro está, es la Copa Libertadores. Desde hoy con el agregado de un Aimar intacto en lo futbolístico, ideal para aportarle variantes a sus compañeros cuando el panorama sea complicada.
+ Fotos: Las postales de otra noche de fiesta.
+ Videos: La gente ovacionó y cantó todo el partido.
+ Gallardo: “Aimar volvió a ser feliz”.
+ Barovero: “Me hicieron trabajar lo que no trabajé en Brasil”.
+ Aimar: “Son todas cosas lindas, por eso es difícil dejar de jugar”.
+ Video: Los goles del triunfo.
+ La mala: Kranevitter llegó a la quinta amarilla.
+ Una tarde-noche a pura ovación.
+ El Chacho fue homenajeado en la previa.



