(Punta del Este – Enviado especial) Mientras esperaba para la hora del almuerzo, el Payaso compartió una larga charla junto a integrantes del cuerpo técnico y también fue el centro de atención de los hinchas que pasaban y le pedían fotos y autógrafos.
Todo era tranquilidad en la mañana del viernes en el Complejo Solanas de Punta del Este. Tras el entrenamiento en el gimnasio del lugar, los jugadores regresaron al hotel y se quedaron en las habitaciones o en la zonas de esparcimiento, aprovechando un espacio en el que solo se escucha el sonido de los árboles, los pájaros y, a lo lejos, el mar.
En ese contexto, mientras Leonardo Pisculichi disfrutaba junto a su familia, Pablo Aimar también tomó la decisión de quedarse afuera. Junto a integrantes del cuerpo técnico y algún amigo que se acercó, el enganche disfrutó de mates y risas, esperando la hora del almuerzo.
Como con Piscu, Aimar también se convirtió en centro de atención de un grupo de hinchas, en su mayoría chicos, que se acercaban, tímidamente, a fotografiarse y pedirle autógrafos al futbolista cordobés, quien respondía de la mejor manera. Entre sus entrenamientos, la buena onda y su innegable calidad de juego, el Mundo River se ilusiona con que, lo antes posible, el Payaso vuelva a ponerse el manto sagrado.
+ GALERÍA:Pisculichi y Aimar disfrutando del Complejo Solanas.