No sólo los jugadores hacen pretemporada, nosotros, los hinchas, también tuvimos una semana de camaradería en Mendoza, compartiendo muchas tardes de sol, excursiones a las montañas, noches de disco y otras actividades… visitamos varios lugares maravillosos, como las Termas de Cacheuta, San Rafael, Valle Grande y Nihuil, entre otros.
Los más bebedores quisieron conocer la fuente de su vicio recorriendo varias bodegas de la provincia mendocina. Además, el sábado organizamos un abundante asado con la presencia de varios amigos, donde -al mejor estilo planteles de fútbol- le dimos la bienvenida a los bandereros debutantes en torneos de verano: les cortamos el pelo a cero.
Así, los dueños de las banderas de “No escucho y Sigo” y de “Pque Pereyra” lucieron sus peladas en el estadio Malvinas Argentinas con el orgullo de haber ingresado a nuestra logia. El domingo fue un hermoso día de sol que aprovechamos haciendo la previa en la piscina del humilde pero acogedor camping donde estuvimos alojados.
Por lo que esta vez llegamos al estadio más tarde de lo acostumbrado. La expectativa previa no era la mejor, pero con el correr de las horas el estadio presentó un muy buen marco de público. Es que como en todas las provincias en las que juega River, el plantel fue recibido en la puerta del hotel por más de 200 personas a quienes no les importó la mala imagen del equipo.
En la cancha, River fue recibido de muy buena manera. Desde el medio de la tribuna se prendieron varias bengalas y se tiró una gran cantidad de papeles. Y a pesar de que el equipo no contagió nada, la hinchada cantó todo el partido en forma constante. Sólo en el instante en que Racing hizo el gol, en forma espontánea y genuina, se comenzó a pedir por la vuelta del Burrito Ortega, a modo de repudio.
Las banderas fueron las mismas del partido contra Independiente, con el agregado de Totocho, Asado y Vino 77, Budge, Ezeiza y Filial Chile, amigos llegados del país trasandino. La salida fue tranquila a pesar del ineficaz operativo policial, que permitió la salida de las dos parcialidades juntas por un inmenso parque sin luz.
Ahora emprendemos el regreso a Buenos Aires en auto, aunque planeando el próximo viaje, que será en una semana: en Mar del Plata nos cruzaremos con la bosta.
Agradecimiento especial al señor Norberto Etchesuri, de Torneos, que siempre está dispuesto a darnos una mano…
