Un día antes de que la UEFA decida suspender al Manchester City sin competiciones europeas por dos temporadas, Nicolás Otamendi había declarado en La Red que "no quiero poner en aprietos a Gallardo ni a River en tener que contactarme a mí. Yo tengo dos años de contrato en el City. Estoy muy bien y mi cabeza está puesta acá, en cumplirlo". ¿Habrá cambiado en la cabeza del defensor luego de dicha sanción?

En el plano legal, sí. Porque los jugadores del equipo de Pep Guardiola podrían romper vínculo con el club e irse en condición de libres. El recurso afirmaría que los contratos de los mismos han sido fundamentalmente socavados, y al renunciar en respuesta, el City no tendría otra que dejarlos ir. El no poder competir en el máximo nivel europeo, como es la Champions League, sería el detonante para que varios jugadores emigren a corto plazo.  

Mientras tanto, Otamendi regresó a los entrenamientos con el City para afrontar la Premier League y lo que sería la última presentación del Manchester en Champions League en, por lo menos, tres años.