Inicios del año 2011. Una lesión no le permitió hacer la pretemporada a la par de sus compañeros y el técnico de aquel entonces decidió prescindir de los servicios de Ariel Ortega. Y con esta directiva, culminó el cuarto y último ciclo del Burrito vistiendo el manto sagrado. Se fue a préstamo a All Boys, en donde disputó 12 partidos oficiales.

Luego, en el momento más difícil de la historia y con la cesión en el Albo finalizada, quiso volver a dar una mano desde dentro de la cancha y Almeyda le expresó su deseo de sumarlo al cuerpo técnico. Esto fue suficiente para que el Burrito rechace la oferta, se marche a jugar a Defensores de Belgrano. Allí fue donde, en el año 2012, decidió colgar los botines.

Sin embargo, en diálogo con LPM TV, el jujeño reconoció que en su interior la carrera ya había terminado cuando se marchó de Núñez: "Me han llamado de bastantes lugares, pero después de River ya no quería jugar más al fútbol. Se dio en otros clubes, por bronca o despecho. Quería terminar mi carrera en River, no se dio. Pero después de haberme ido, ahí terminó mi carrera".

 

"Si yo pudiese volver el tiempo atrás, no me hubiese ido nunca de River. Hubiese hecho toda mi carrera en River. Pero el fútbol tiene muchos intereses y te acarrean a irte", agregó quien es uno de los máximos ídolos de la historia del Más Grande.