Hace exactamente un mes se paralizaron los corazones riverplatenses. El sábado 3 de noviembre en el estadiode Quilmesapareció unafuerte molestia en el gemelo derecho de Ignacio Scocco, y desde allí en adelante todo fue una agonía.
Para colmo de males, durante la semana previa al frustrado partido de vueltael delantero tuvo una fuerte recaídaduranteuna práctica de fútbol en la que se lo exigió para ver cómo respondía.Nadie imaginaba que se iba a suspenderel duelo en el Monumental, pero lo cierto es que si se conocía de antemano que la otra final iba a ser el 9 de diciembre quizás hoy ya estaba recuperado. Todo el camino fue torcido y angustiante para el delantero.
Por otra parte, cabe destacar que el gemelo es el músculo más traicionero, porque tarda más en recuperarse que cualquier otro. Es una articulación que soporta la carga constantemente, y eso genera que la sanacióndemande más días. Y allí tambiénse ancla la fuerte preocupación del cuerpo médicopara tratar de llegar con los tiempos.
¿Cuál es la idea de Gallardo? Testearlo durantelos pocos entrenamientos que habrá en Madrid previoa la final. Debido a que no hay plazos mínimos ni certeros en cuanto a su recuperación, el objetivo es analizar su evolucióndía pordía.
El reloj juega en contra y las probabilidades de que salga a la canchason cada vez menores, pero se hará todo lo posible para queal menospueda jugar algunos minutos. El operativo Scocco está en marcha, y la esperanza es lo último que se pierde. El sueño de Nacho, y el de todos los hinchas, todavía no está caído definitivamente.