He dicho y también he dejado escrito muchas cosas que River me hizo sentir, aun así considero que nunca es suficiente. Nada de lo que pueda escribir hoy alcanza, todo está superado por la emoción y difícilmente las palabras puedan expresar lo que realmente siento.

Mañana es esa final que todos alguna vez soñamos en nuestras cabezas. La idealizamos, ya pensamos miles de veces cómo sería, qué colores tendría, qué sonidos. Pero lo cierto es que vivirlo no va a compararse con nada de todo aquello que pudimos pensar. Mañana vamos a darnos cuenta que no era como creíamos, sino que era mejor.

La verdad es que no tengo ninguna certeza sobre lo que va a pasar, nadie la tiene. Las únicas cosas que tengo claras son que River va a dejar todo como lo hizo cada vez, que podemos estar tranquilos de estar bien representados, que podemos confiar en nuestros jugadores y en nuestro cuerpo técnico. Y que hay que creer. Tengo claro que soy hincha de un club con el que me identifico y que este amor que siento por él traspasa cualquier límite.

Al contrario de lo que se dice por ahí, mañana nada va a cambiar. Los sentimientos no se modifican por un hecho en particular, no hay algo determinado que genere una situación determinante. A mí nadie me va a decir mañana que a River lo amo más porque ganó, o que entonces ahora soy más hincha. Sería mentira. Te amo todos los días, en este día y cada día.

Como tampoco nadie va a poder decirme que River me dejó de interesar si pierde. Eso, además de ser mentira, es algo que muchos nunca van a poder entender. Lo intransferible que es el amor hacia estos colores, lo feliz que soy siendo hincha de River en cualquiera de sus momentos, en cualquiera de sus etapas. Algunos desconocen tanto el amor que confunden bancar y alentar a tu club con darse por ganador. Mal que les pese a varios, los colores son algo innegociable.

Ojalá se nos dé, la fe siempre está puesta ahí. Ojalá River consiga el triunfo máximo y nos vuelva a hacer sentir felices y orgullosos como tantas otras veces. Quién te dice, quizás la noche buena se adelante un mes. Y si no es así, sé que nada va a cambiar mañana, te seguiré amando mi vida entera y estaré en la tribuna como siempre, pase lo que pase.