(Incluye estadísticas) El delantero uruguayo marcó un doblete frente a San José y fue figura por segunda vez consecutiva, debido a que cumplió un papel clave una semana atrás en México.
Desperdició posibilidades tanto en Perú como en el Monumental ante Juan Aurich. De ninguna manera perdió la confianza. Tampoco se derrumbó anímicamente ni entró en crisis a la hora de resolver. Al contrario, Rodrigo Mora es el premio a la perseverancia. Fue indispensable para que River lograra la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores.
Además de los dos goles contra el equipo boliviano, el atacante charrúa señaló el 2-2 ante Tigres y previamente participó del descuento. Ese empate en tierras aztecas sirvió para llegar a la última fecha con chances reales. Y si bien costó conseguir la apertura del marcador, Mora se encargó de lograrlo cuando sacó un derechazo premium, a los 42 minutos del primer tiempo.
Tal como sucedió en la Copa Sudamericana, donde su aporte fue decisivo para superar las primeras tres series, el delantero de 27 años contribuyó con tantos valiosos. Como si fuera poco, exigió a todas las defensas rivales, brindó un despliegue fundamental para el circuito ofensivo y demostró que, a pesar de su transferencia frustrada en enero, desea romperla en River.
+ Mora, bajo la lupa de DataFactory



