El entrenador, quien tuvo la chance de dirigir a Exequiel Palacios en las Inferiores de River, dialogó con LPM Radio, llenó de elogios al mediocampista y hasta lo comparó con Luis González. Además, se refirió a la particular experiencia con la que debe convivir Marcelo Gallardo dirigiendo a su hijo Nahuel.
Pablo Lavallén se siente muy identificado con River. Se formó en las Divisiones Inferiores, jugó en la Primera durante cinco años, gritó campeón en cuatro oportunidades (tres títulos locales y la Copa Libertadores 1996). Tiempo más tarde, se desempeñó como técnico en la cantera del club y vio pasar a varios de los juveniles que actualmente se desempeñan en el equipo del Muñeco.
¿Por ejemplo? El DT tuvo la chance de conducir a Palacios, una de las revelaciones del conjunto del Millonario. En una entrevista que le concedió a LPM Radio, programa emitido por Radio y Punto, mencionó las características de juvenil y también lo comparó con un gran volante que pasó por Núñez.
“Exequiel es un jugador cerebral, de armar juego, del último pase, no tanto de la definición. Yo le veo cosas a Pala de Lucho González, tiene elegancia y buena técnica. Tiene un poquito más de combate que Lucho González, pero tiene las cualidades de volante mixto, con ida y vuelta, que puede cumplir una función en ataque y en defensa. No tiene mucha recuperación, pero sí se brinda al equipo. Puede jugar como enganche también, tiene una capacidad de adaptación muy buena. Hoy lo vemos por delante de Ponzio y más tirado del lado derecho. Lógicamente está en un buen crecimiento”, sostuvo Lavallén.
Incluso, el hombre de 45 años contó cómo fue dirigir a Palacios en las Inferiores: “Gracias a Dios estamos en la época de la tecnología y a veces lo que uno declara queda, para bien o para mal, ja. En 2011 entré a River y me tocó dirigir la categoría 1998. Era el último año de infantiles, él tenía 12 años y después lo dirigí en Séptima y en Octava División. Salimos bicampeones, primero en Octava de forma invicta y después en Séptima. Pala fue siempre una de las figuras del equipo. En algunas de las notas que me hicieron en ese momento, yo dije que era un jugador que si seguía en ese nivel podía jugar en el fútbol europeo. Es muy elegante y me parece un jugador sumamente inteligente, con muchísimas cualidades como la pegada, la visión de juego y la técnica. No hay muchos volantes clásicos por derecha como él”.
Por otra parte, Lavallén se refirió al duro desafío que el Muñeco tiene al tener que dirigir a su hijo: “Siempre es una presión extra tener a un padre como entrenador, por un montón de circunstancias. Primero, es raro para los demás jugadores tener a un compañero que tiene a su padre como entrenador. Es una situación bastante rara en un vestuario y para él también debe ser una situación incómoda que el papá sea el que dice si su amigo juega en el plantel o no. No me gustaría tener esa situación, ja, pero ha pasado y lógicamente hay que aprender a sobrellevarlo”.
“Me ofrecieron la categoría de mi hijo, pero no acepté porque es una situación rara e incómoda. Lógicamente hablo con mi hijo y uno le puede dar unos tips, pero no meterse en el ámbito de la relación entre el jugador y el entrenador. No me imagino demasiado cómo debe ser una charla después de algo que ha pasado en el entrenamiento. Es un lugar difícil para pararse y manejarlo”, agregó.
Incluso, el entrenador comentó algunas de las cualidades de Nahuel, a quien tuvo la oportunidad de dirigir en Inferiores: “Yo lo dejé de ver cuando él tenía 15 años, que terminamos la Séptima División. Luis Olivera jugaba de titular en ese momento, era uno de los goleadores siendo lateral y Nahuel era su reemplazo. Le tocó jugar varios partidos y lo hizo bien. Siempre fue un jugador temperamental, aguerrido y con buena técnica. Y ahora está siendo tenido en cuenta en la Primera. No conozco su presente porque no estoy en el día a día”.
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Así analizó el presente de Belgrano: Se ha jugado apenas una fecha, el Belgrano de Bernardi no genera lo mismo que yo intentaba que generara el equipo. Lógicamente es otro estilo, otro juego, un juego más directo y vertical. Habrá que ir viendo cómo se acoplan los jugadores a esa nueva idea. Vienen de empatar con San Martín de San Juan y ahora tendrán una parada difícil con River en el Monumental.
El planteo que cree que el Pirata podría hacerle al Millonario: Yo creo que a los equipos grandes, o a River, le plantean las mismas condiciones de partidos. En la cancha de River, el protagonismo va a ser ejercido por River. Belgrano va a tratar de estar bien parado y esperando los espacios. Si hay un gol muy tempranero de River, a los otros equipos se les hace muy difícil y quedás más expuesto. El River de Gallardo va a tratar de asumir el protagonismo y el Belgrano de Bernardi seguramente tratará de estar bien parado para tratar de cortar y salir lo más rápido posible. Pero hay variables y siempre va cambiando. Para cualquier equipo, salir a jugar contra River en el Monumental no es fácil. Los equipos grandes te dejan pocas situaciones para poder convertir y tenés que tratar de ser lo más efectivo posible, lo cual no es fácil en el fútbol actual. Tenés que jugar un partido perfecto. Los equipos grandes, sin tener un gran predominio, te pueden ganar un partido.
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Su presente: Estoy viendo fútbol, esperando una oportunidad y estando informado de lo que va pasando en los equipos.
¿Es una desventaja que River no se haya reforzado en este mercado? No, tiene un plantel de jerarquía y cuando uno tiene un plantel de jerarquía, más allá de lo que hagan los otros equipos, uno se tiene que preocupar por lo que está haciendo con sus propios jugadores. Quizás no había algo diferente a lo que hay en el plantel o los precios son muy altos a los que uno pretende pagar, pero eso es una cuestión muy personal. Es difícil analizarlo desde afuera. El entrenador sabe cómo pueden rendir los jugadores. Y a veces también es una apuesta sumar un refuerzo a River. Quizás hay jugadores que tienen un buen presente, pero de ahí a que puedan jugar en River es otra cosa.
¿Cuál es la clave para que los juveniles puedan rendir en Primera? “Los chicos se van desarrollando y la explosión de cada uno se va dando en su momento. Hay jugadores que tienen un protagonismo en Inferiores y después no terminan llegando a la Primera. Hay otros que se tienen que ir del club y explotar en otro lado, y otros que no explotan nunca. Este desarrollo no sólo está basado en la característica del jugador sino también en los psicológico, en lo social y en lo personal. Y también depende del gusto del entrenador y hay que tener una cuota de suerte”
Los pibes que tuvo en Inferiores y que luego llegaron a Primera: “Uno se siente como el padre que ve a sus hijos realizando su sueño. Es muy gratificante, los entrenadores trabajamos para que los jugadores vayan puliéndose. Es una de las cosas más lindas que hay como entrenador”
Así lo ve a Cristian Ferreira: Es un gran jugador, en las inferiores estuvo un poco postergado porque era chiquito de físico y se había quedado en el crecimiento, pero gracias a Dios se desarrolló. Cuando lo tuve era un chico en el que tenía esperanzas y le veía futuro de Primera, pero estaba esa duda del físico. Lo mismo con David Martínez, Kevin Sibille, Santiago Sosa y Franco Petroli. Son chicos que tienen la oportunidad de jugar en la Primera de River, que no es nada fácil.
¿En qué momento de su carrera se encuentra? Estoy en una etapa de crecimiento, tengo que seguir creciendo y puliéndome como entrenador, mejorar en un montón de cosas. Los pasos que he dado han sido firmes y siempre ha sido hacia adelante, la carrera creo que va de menor a mayor. Tengo que aspirar a mejorar cada día.
¿Volvería a dirigir en las Inferiores de River? No, ya he tenido la posibilidad de dirigir Primera División, no es para nada distinto a lo que hacía en Inferiores. En realidad uno tiene que hacer permanentemente docencia. A veces los jugadores llegan con carencias. En Primera sigo trabajando de la misma manera en la que trabajaba en las Inferiores de River, pero trabajar en Inferiores no es una posición en la que uno puede escalar. Ahí se trata de capacitar a los futbolistas y de enseñarles. En la Primera hay otras exigencias. No creo que uno tenga que hacer carrera en un club para dirigir en Primera. Te van a poner en un club si el trabajo que hace uno es bueno, si los jugadores que dirigís hablan bien de vos y si los dirigentes con los que te relacionaste los trataste con respeto. Ahí uno construye una carrera sólida.
La razón por la cual se fue de Belgrano: En definitiva, la última semana de trabajo en Córdoba hubo cosas que no salieron como pensábamos. Más allá de todo eso, ya tenía una decisión casi tomada basada en la visión que yo tenía de cara a este torneo. Los dirigentes tenían otra visión y eso inclinó para que yo no siguiera al frente del equipo.
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