Dicen que todo lo que cuesta, vale. Y vaya si valdrá para River esta costosa y muy trabajada clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores conseguida este martes pese a la derrota frente a Fluminense para cerrar la fase de grupos en el Estadio Monumental. El equipo de Marcelo Gallardo logró el pasaje a los mano a mano coperos gracias al empate logrado por Junior en Colombia frente a Independiente Santa Fe, ya que un gol de los primeros lo hubiese dejado afuera de la competencia.

¿Por dónde pasaron las claves de la clasificación de River? Primordialmente, por haber batallado con valentía e hidalguía en medio de las peores adversidades. Con más de 20 contagiados por coronavirus, incluyendo a los cuatro arqueros, el equipo tuvo que presentarse sin guardametas natural a jugar frente a Independiente Santa Fe, donde Enzo Pérez se puso los guantes, varios futbolistas jugaron un partido enorme, y esa victoria épica terminó siendo uno de los grandes puntales.

Por el otro, el gol salvador de Paulo Díaz en tiempo de descuento jugando en Colombia frente a Junior, el rival directo del grupo, que con el diario del lunes fue fundamental para terminar arriba de ellos en la tabla de posiciones. El frentazo del chileno se había gritado mucho en el banco de River, y hoy queda demostrada su importancia, en un partido donde se vivía un contexto horrible en las calles que provocó hasta la presencia de gas lacrimógeno dentro del estadio colombiano.

Pese a haber sufrido una sola derrota y al hecho de haber sumado en los tres partido de visitante, algo que en la Libertadores suele ser sinónimo de tranquilidad, hubo que esperar hasta el último centro del último partido para sellar la clasificación de River. Algo muy similar ocurrió en el año 2015, donde el equipo del Muñeco entró por la ventana y luego se consagró campeón. Ojalá la historia se repita a fines de noviembre próximo.