El jugador no logró adoptar el rol de enlace que pretende Ramón y encima se convirtió en el primer cambio del equipo ante la expulsión de Ponzio. Además, nunca pudo generar peligro en ofensiva, ni conectarse con los delanteros en los metros finales.
El partido ante Boca en Córdoba le significó una ventaja sobre Mauro Díaz que le permitió quedarse con la titularidad. Sin embargo, una semana después y otra vez en el Mario Kempes, Manuel Lanzini no pudo afianzarse como el enganche de Ramón.
En el primer tiempo, se mostró inconexo tanto con los delanteros Millonarios, Mora y Trezeguet, como con la línea de cuatro volantes de planteó el entrenador. Incluso, en ningún momento se mostró como opción de salida, de inicio de jugada ni retrocedió para entrar en contacto con el balón.
Mientras que en el complemento, tras la expulsión de Leo Ponzio, Ramón movió el banco y Lanzini tuvo que dejar el campo de juego por Ariel Rojas, para que River reestablezca la línea de cuatro mediocampistas. Con lo que su actuación en Córdoba terminó pasando casi por desapercibida.
“Me preocupó que en el primer tiempo no hayamos sido tan contundentes arriba. Vamos a trabajar con los pibes para mejorar esto. Lanzini es un jugador joven, va a seguir creciendo con el grupo, hay que seguirle dando confianza y tranquilidad. Hay que llevarlo de a poco”, aseguró Ramón tras la victoria.



