Hasta ahora no existen días y horarios confirmados, pero River y Boca ya luchan por defender sus intereses. Cuáles son los motivos para entender ambas posturas.
La pulseada comenzó. Cada detalle es importante. Nadie quiere resignar absolutamente nada. Ni siquiera circunstancias pormenorizadas o que parecen de inferior envergadura. En este caso desde Figueroa Alcorta 7597 y Brandsen 805 se manejan diferentes contactos para ver cuándo se jugarán los compromisos correspondientes a los octavos de final de la Copa Libertadores de América.
“Pedimos que se respete la fecha preestablecida”, exigió Juan Carlos Crespi, vicepresidente segundo de Boca. Sin embargo, el dirigente está equivocado, debido a que de ninguna manera es como piensa porque la web oficial de la Conmebol puso fechas tentativas (miércoles 6 y 13 de mayo), al igual que sucede cuando se da a conocer un fixture y todos los encuentros figuran un mismo domingo.
En el afán por ejercer presión mediática para condicionar a la Confederación Sudamericana de Fútbol e incluso los árbitros, el directivo xeneize agregó: “A River le conviene pasar el partido por un tema del plantel corto y, además, la televisión lo prefiere”. Justamente, la intención de Rodolfo D’Onofrio y el resto de la CD es lograr que el duelo de ida sea el jueves 7 y la revancha el 14, teniendo en cuenta que habrá Superclásico el domingo 3. ¿La razón? El recambio y la recuperación física, lógicamente.
¿Entonces? “El jueves se confirman las fechas”, anticipó Néstor Benítez, miembro de la Confederación Sudamericana de Fútbol, en diálogo con TyC Sports. Por lo pronto, la batalla empezó en el almanaque. Pero promete otro round en la designación de jueces. Los candidatos son Néstor Pitana, Germán Delfino, Patricio Loustau y Darío Herrera, todos ellos de carácter internacional. En principio, la elección es a dedo por la Conmebol, pero no hay que descartar un sorteo.
+ Un penal para el recuerdo
