Historias de una pasión eterna por El Más Grande

Llegaron desde todos los barrios y provincias del país para contar las locuras más grandes que vivieron con River y mostrar el ingenio necesario para aportar el color y el calor que la fiesta de todo el pueblo Millonario se merecía.

Rubén Palavecino vive en Colegiales y es uno de los miles de fanáticos que se sumaron a la caravana de La Bandera Más Grande del Mundo. Es todo un experimentado cuándo de fiestas riverplatenses se habla: “En el 2001 conseguimos una gallina inflable que tenía el escudo de River, decía El Más grande y abrió la caravana del centenario”, cuenta. ¿Qué sorpresa preparó ahora? Una máquina Millonaria a pedal construida por él mismo: “Si uno se pone a ver detalles, el tambor de la máquina es un tanque de aceite agrandado. Rejuntamos cosas y surgieron muchas ideas. La diseñamos con 4 pedales, ahora está arriba de un tráiler pero funciona. Suben cuatro a pedalear y te lleva a donde vos quieras”. Rubén mezcló su amor por los colores, su familia y sus hobbies para vivir la fiesta del pueblo riverplatense: ”Yo creo que la pasión es más lo grande”.

El público habitual del Monumental lo cononce hace mucho tiempo. En la previa de los partidos, los hinchas se sacan fotos con su auto que ya es un símbolo infaltable en la calle Udaondo. El River Móvil es famoso para en los alrededores del Antonio Vespucio Liberti y no podía faltar en la caravana de La Bandera Más Grande Del Mundo. Miguel Aguirre vive en Lanús y es el creador de la criatura: “Esto es el River Móvil y surgió porque siempre quise que River tuviera algo especial. Son 17 años que estuvimos en las buenas y en las malas. El Más Grande volvió a la A y estoy super feliz con el presente”. El River Móvil es nada menos que un Falcon modelo 80 que era un coche de lujo cuando fue convertido: “Empecé con una banderita, después por el colorido de las ruedas, los afiches del interior y el exterior y fotos de exjugadores como D´alessandro, Enzo, Saviola Orteguita. Es una enfermedad por los colores de River”. El fanatismo de Miguel por el Millo llega a niveles inalcanzabels, basta con leer la historia de sus hijos: “En mi familia no quiero cosas raras, quiero a todos de River. Tengo nuevepibes y tienen casi todos nombres de jugadores de river. Hay un Enzo, un Ariel, un Ramoncito, un Angel”. La enumeración podría continuar. ¿Y la nena cómo se llama Miguel? “Haydee, por la Gorda Matosas”.

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