La vuelta de River a la Copa Libertadores tuvo de todo: fue auspiciosa, muy entretenida, bastante accidentada y terminó siendo un hecho histórico. Aunque no lo complicó el coronavirus y jugó tranquilo en el Morumbí, Enzo Pérez y Fabrizio Angileri se 'confundieron' de arco, derrotaron a Franco Armani y el equipo de Marcelo Gallardo, que curiosamente metió los cuatro goles del partido, se tuvo con conformar con un empate ante San Pablo. Dos verdaderos pelotazos en contra que se convirtieron en un récord negativo.

A pesar del extenso parate y de la falta de ritmo de competencia (fueron 190 días sin jugar), el Muñeco, tal como lo había adelantado en conferencia, no especuló y salió a buscar a San Pablo. Sin embargo, la fortuna jugó de entrada para los brasileños: Reinaldo sacó un remate cruzado dentro del área, la pelota pegó en Enzo y se clavó junto al palo derecho de Armani.

El empate al toque de Santos Borré y el bombazo de Julián Alvarez a 10' del final le sirvieron al Millo para dar vuelta un partidazo, pero la mala suerte volvió a ponerse la de San Pablo: Angileri, reemplazante de Milton Casco, con coronavirus, se la llevó puesta tras un rechazo corto de Armani, no tuvo tiempo de reaccionar y terminó sentenciando el 2-2. De esta manera, River, acostumbrado a romper marcas de la mano de Gallardo, logró un récord para el olvido: metió dos goles en contra por primera vez en cualquier competición organizada por Conmebol.

De todas maneras, el equipo de Núñez tuvo un antecedente similar en su historia en el fútbol argentino: el 27/09/1942, Racing goleó a River por 6-1 en el Cilindro de Avellaneda y Norberto Yácono y Ricardo Vaghi convirtieron en su propio arco.