El Muñeco no sólo estará fuera del banco de suplentes, sino que tampoco podrá ingresar al vestuario ni dialogar a través de celular con sus colaboradores principales.
Un fuerte enojo le costó demasiado caro. Por haberle dicho sinvergüenza después del 1-1 ante Juan Aurich al árbitro paraguayo Julio Quintana, que no cobró un claro penal sobre Leonardo Pisculichi en Perú, Marcelo Gallardo fue sancionado.
La Confederación Sudamericana de Fútbol prohibió que el técnico esté cerca del campo de juego, en su lugar habitual. Y, como si fuera poco, el acceso a la zona de camarines también será vetado. Entonces, será clave la lectura del juego que tendrá Matías Biscay.
Además, teniendo en cuenta que el Reglamento de la FIFA no permite el uso de dispositivos de comunicación en el banco, el Muñeco tampoco podrá hablar de forma directa. Mientras tanto, según lo que averiguó La Página Millonaria, debe resolver en qué palco observará el partido.
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