Pese a que ya ganó casi todos los títulos de mayor relevancia, sumado a la enorme cantidad de bajas y un mercado de pases que demoró en satisfacer sus pretensiones, el Muñeco aseguró que jamás tuvo en mente alejarse de River. Además, explicó por qué la fortaleza mental en su equipo.

Asumió en junio de 2016. Al igual que durante su etapa como jugador, Marcelo Gallardo hizo historia al frente del equipo. Rompió la racha de sequía internacional, eliminó dos veces al eterno rival y conquistó la tan anhelada Copa Libertadores de América. Potenció a una base de jugadores, imprimió un sello y entró definitivamente en la selecta lista de ídolos de River. Semejantes pergaminos y tener que armar otro plantel casi desde cero con el paso del tiempo, no causaron un desgaste con fecha de vencimiento en él. Al contrario, la motivación está intacta. Es un animal competitivo.

Nunca se me cruzó por la cabeza irme si pasaba algo que no quería

Ni siquiera las complejas adversidades del último mercado de pases pusieron en jaque al DT. “Yo suelo decir las cosas hacia adentro y es la mejor manera de poder convivir si somos frontales y honestos, si nos decimos las cosas claramente. Desde ese lugar siempre hubo una muy buena química con respecto a los directivos para poder orientarnos hacia dónde ir y en búsqueda de qué. Hay que tener paciencia porque los mercados de pases nuestros son lentos y muy difíciles. Nunca se me cruzó por la cabeza irme si pasaba algo que no quería”, aseguró el Muñeco, en una entrevista concedida a La Nación Deportiva.

Aunque el inicio hasta ahora muestra a un River sólido, más allá del empate como local frente a San Martín (San Juan), Gallardo de ninguna manera considera que el proceso sea bastante similar al de su primer semestre en Núñez: “No es parecido, sí recuperamos muchas cosas, pero no juega igual. Tiene similitudes, pero son todos jugadores diferentes. Entonces, a partir de eso, hay algo que a nosotros nos permite tomar como referencia. Los jugadores que ponemos en el campo marcan la tendencia. La nuestra es de posesión de pelota, de jugar siempre. En 2014, éramos mucho más directos. Ahora es distinto“.

Soy muy inquieto, siempre estoy buscando la forma de jugar mejor, eso me mantiene vivo

De hecho, una de las mayores inquietudes para el hombre nacido en Merlo, provincia de Buenos Aires, es el recorrido fecha tras fecha, teniendo en cuenta el nivel de dificultad en el fútbol argentino. “Hay un funcionamiento que los rivales le van tomando la mano, hay que evaluar cuestiones para estar preparado… porque uno cree que encontró el equipo o la manera de funcionar, pero nadie te asegura que en diez partidos esté pasando exactamente lo mismo que ahora. Soy muy inquieto, siempre estoy buscando la forma de jugar mejor, eso me mantiene vivo“, analizó.

River, cuando no puede jugar bien, se sostiene por lo mental

“River se entrena con una disposición que requiere mucha exigencia, ha sido una de las cosas que nos ha sostenido. La parte mental es la que te sostiene. Futbolísticamente hemos andado bien, otros momentos más o menos, pero no siempre podés jugar igual. Entonces, te tenés que sostener con algo. Y ahí lo mental es fundamental. Si un equipo es fuerte mentalmente y tiene esas cosas para afrontar cualquier adversidad, eso marca una tendencia. River, cuando no puede jugar bien, se sostiene por lo mental“, evaluó el técnico.

Y agregó: “Si tenés un equipo que sabe a qué juega, el entrenador se tiene que sentir identificado. Después, saber cómo querés jugar, y después cómo te podés adaptar a distintos momentos porque ni todos los partidos ni todos los rivales son iguales. Un día jugás con sol, otro día con lluvia. Entonces, hay que saber adaptarse. Si yo le pido a mis jugadores que jueguen de la misma manera aunque haya que jugar por arriba porque por abajo no se puede, ¿cómo hago si no tengo un plantel mentalmente preparado para adaptarse a distintas alternativas? Pero nunca nos podemos alejar de lo que hacemos y creemos”.

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“Los equipos grandes, junto con algún otro que se pueda sumar, como Lanús. Al ser un campeonato largo, con Sudamericana en este semestre y Libertadores en el otro, los equipos pueden arrancar de una manera y… Eso tiene un significado importante en el armado y la logística de un torneo. Si fuera un campeonato corto, ya te diría en la cuarta o quinta fecha quiénes pueden escaparse”, opinó Gallardo.

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