(Incluye video) No es novedad que cada vez que juega River, miles de personas lo siguen desde donde sea. Cantando como si estuvieran en la Sívori, agitando las banderas con los colores más hermosos del mundo como si la brisa de Buenos Aires estuviera cerca, así vivieron el extraordinario partido de River las filiales del Más Grande.
Pueden ser 8500 kilómetros, 10 mil o los que sean, que si River juega, van a estar presentes. Vivieron esta “trilogía” de Superclásicos con nervios, tensión y por sobre todo con fiesta, como sólo la gente de River sabe.
La filial New York copó las cuadras de la gran ciudad estadounidense. Ante la mirada de los locales, los hinchas del Millonario no se cansaron de cantar hasta el hartazgo con el sonar del bombo.
Desde el arranque del partido al ritmo de “señores, yo soy del Gallinero”, pasando por el desconcierto del entre tiempo y finalizando la velada con bronca, con esa sensación de que en la cancha, eran nuestros, la gente de la Gran Manzana retornó a sus hogares.
A tan sólo 328 kilómetros de ahí, pero a casi 8400 kilómetros de La Boca, un centenar de miembros de la filial Washington se juntaron con redoblantes, banderas y bombo en el lugar de siempre: Lucky Bar. El mamarracho boquense no impidió que las canciones de River se entonaran hasta el final demorado.

Manolo South Beach, en Miami, también fue la casa de los hinchas de River Plate de esa ciudad. Más de 200 personas coparon el lugar y le pusieron color no sólo al local, sino también a la calle.

Cambiando de continente, en España, la filial Málaga desafió el uso horario y a las 2am se reunió para alentar al Más Grande. El “Monumental de Málaga” vibró con las canciones de esos 40 “locos riverplatenses” y se pintó íntegramente de rojo y blanco, con papelitos incluidos en la salida del equipo.

La sensanción del hincha de River alrededor del mundo fue la misma. Fiesta, aguante, apoyo, hasta que el papelón de los de enfrente, nos sumergió en una indignación enorme. Pese a todo esto, una vez más, la demostración de que el amor por River no entiende de límites se hizo presente. Acá, o en donde sea, siempre estaremos.
+ Así vibraron las filiales de Estados Unidos:




