Fernando Cavenaghi celebra sus treinta y tres años mientras aguarda por conocer el próximo destino de una carrera impecable que tuvo los picos más altos junto a River, el club que le dio todo y al que regresó en el momento más difícil para llevarlo a lo más alto del continente.

Podríamos escribir varias líneas con adjetivos calificativos que enaltecieran la figura de Fernando Cavenaghi. Pero no hace falta. Porque el Mundo River sabe lo que significó el Torito en este siglo, desde que apareció como una gran promesa de inferiores, pasando por la durísima temporada 2011-2012, cuando casi todos le dieron la espalda al Más Grande, hasta el 5 de agosto de 2015, el día en el que levantó la Copa Libertadores con la que soñamos durante diecinueve años.

El Cavegol, nacido el 21 de septiembre de 1983 en O’Brien, cumple hoy 33 años y lo festeja mientras espera por una oferta que le permita seguir haciendo lo que mejor hace: romper redes.

Cavenaghi debutó en Primera el 11 de febrero de 2001, cuando reemplazó a Javier Saviola durante la goleada por 6 a 2 contra Estudiantes, en el Monumental. ¿El primer gol? El 6 de marzo de ese año, ante Guaraní, por la Copa Libertadores y también en Núñez.

Allí comenzó una historia de romance interminable entre el goleador y la gente, porque el Torito jugó tres años y medio antes de emigrar, con 121 partidos, 72 goles y tres títulos locales.

+ VIDEO: El gol de Cave en la Bombonera.

Pasó por Spartak de Moscú, Bordeaux, Mallorca e Inter de Porto Alegre hasta que, en junio de 2011, sintió la obligación de regresar a su casa para darle una mano a River en el peor momento de la historia. Cuando la mayoría se negaba o miraba para otro lado, Cavenaghi eligió arriesgar el cariño de la gente con tal de devolver al club al lugar de pertenencia.

Y lo logró, siendo fundamental con 19 goles en 38 encuentros (medio tanto por partido de promedio) para lograr finalmente el ansiado ascenso. Aunque eso no fue suficiente para que el cuerpo técnico y la dirigencia de turno le permitieran quedarse. Nuevamente, el delantero debió irse al exterior.

Villarreal y Pachuca fueron los destinos del Cavegol, quien en enero de 2014 reapareció por Núñez. El objetivo ahora era otro: darle a River un título en Primera luego de 6 años sin vueltas olímpicas.

¿El resultado? River campeón, Cavenaghi goleador del equipo, con 8 tantos. Una semana más tarde, el Millonario también ganó la Superfinal, para darle al delantero una nueva alegría.

Ese semestre, el Torito jugó con una lesión en el pie, se infiltró durante medio torneo y luego debió operarse, por lo que estuvo cinco meses sin jugar. Pero volvió a tiempo para disputar la histórica semifinal de la Copa Sudamericana, contra Boca, y también la final, en el que fue el primer título internacional desde 1997. Ah, por si faltara algo, antes de cerrar el año superó los 100 gritos oficiales en el club.

+ VIDEO: El gol 100 de Cavenaghi.

Se ganó la Recopa Sudamericana y River comenzó a avanzar en la Libertadores, aunque Cavenaghi tenía pocos minutos. Igualmente le alcanzó para transformarse en el décimo máximo goleador de la historia, con 112 festejos oficiales. Pero a su historia en River le faltaba la mayor alegría de todas: el 5 de agosto de 2015, el Torito tuvo la chance de ser titular y capitán del equipo que goleó 3 a 0 a Tigres y se consagró campeón de América. Fue el cierre perfecto para un tercer ciclo increíble.

+ VIDEO: El último gol del Torito con La Banda.

Ya dijo decenas de veces que se terminó su etapa en River. Pero nadie va a borrar de la memoria de la gente todo lo que hizo por La Banda. Feliz cumple, querido Cavegol, y gracias por tanta gloria.

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+ CON LA BANDA: Sus mejores goles en River.

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