Cumplidas poco más de dos semanas del doloroso e inédito descenso del Más Grande, no hubo responsables ni autocrítica. No hubo renuncias, no hubo reformulaciones, la auditoría se conoció a medias y pareciera que en River, todo Passa…
River está en la B Nacional. Sí, señores. Aunque nos cueste y nos duela en el alma decirlo, esa es nuestra realidad. Y así como los hinchas transitamos el camino de asumir este duelo, los responsables de no anticiparse y salvar a River a tiempo de la debacle, también deberían asumir sus culpas. Y ya no sirve más escudarse en que toda la culpa es de Aguilar e Israel, quienes son también claramente culpables y cuentan con una condena social que los perseguirá de por vida.
La realidad es que Passarella no ha sido sincero con el hincha de River. En sus escasas apariciones, sólo se dedicó a responder las preguntas condescendientes de los periodistas “amigos” de la casa, y evadió cualquier tipo de autocrítica. Pero mucho más importante que las declaraciones son los hechos. ¡Aunque no lo podamos creer hace 15 días que el equipo más grande y popular de la Argentina está en la B y ningún directivo renunció!. El Consejo de Fútbol que mandó a River a la B sigue intacto, y va a ser el mismo que va a tomar las decisiones para que River recupere la grandeza. Suena a tomada de pelo, como los amagues de renuncia de algunos de sus miembros.
Si Passarella como ya lo ha dicho tantas veces, no va a renunciar, y solo se irá “con los pies para adelante”, al menos que muestre algo de dignidad y mueva sus filas. Sus tropas no han sido las indicadas, eso quedó a la vista. Por eso, Daniel, ya no pedimos tu renuncia. Queremos apoyarte y que River vuelva a donde tiene que estar, pero danos una señal. Renová tus filas, incorpora gente con otra visión y con ganas y capacidad para ayudarte a sacar a River adelante. No queremos seguir sintiendo que nos fuimos a la B, y todo Passa, como si nada.



