La Página Millonaria dialogó con Damián Lizio luego de su reaparición en el primer equipo en el amistoso a beneficio de los inundados en Tartagal. “Me sentí muy cómodo los minutos que me tocó jugar”, afirmó el joven volante creativo.
En los pocos minutos que jugó en Salta mostró destellos de sus cualidades como volante creativo: un pase entre líneas sirvió para empatar un partido que iba rumbo a una derrota. Su aparición en 2007, en aquel recordado partido frente a Huracán, hizo ilusionar a los hinchas que veían en Lizio a una de esas joyitas que sólo las inferiores de River saben generar.
El juvenil cuenta cómo es su relación con el actual técnico de River. “Mi relación con Pipo es buena, si bien no tuvimos un diálogo extenso, te transmite mucha confianza que es lo principal para que uno esté tranquilo a la hora de entrar a la cancha. La verdad que uno se siente tenido en cuenta, porque Pipo y el Chapa (Gustavo Zapata, técnico de Reserva) trabajan en conjunto y sabes que si haces las cosas bien la oportunidad te va a llegar”.
Sin embargo, no todo es color de rosa en la vida del juvenil. Durante el 2008 tuvo que soportar volver a Reserva y no ser tenido en cuenta por Diego Simeone. “Elegí quedarme seis meses más porque sabía que venía otro cuerpo técnico y se renovaba todo. Sé que tengo muchas chances de jugar en la Primera,me tengo mucha confianza y en River también esperan mucho todavía de mí”.
Diferente al resto de los jugadores que eligen emigrar en cuanto no tienen chances de jugar, Lizio decidió apostar por seguir en Núñez. “A pesar que tuve ofertas para ir a jugar al exterior o a préstamo acá en Argentina, decidí quedarme por lo menos hasta junio y ver un mejor panorama de las cosas”, reconoció el enganche. Una historia más de un chico que busca su oportunidad en Primera al igual que otros grandes proyectos comoGustavo Bou, Mauro Díaz y Mateo Musachio.
Fotografía: La Página Millonaria.



